Querido y entrañable amigo:
No se como empezar, pues siempre es difícil terminar una relación de tantos y tantos años pero es necesario; ya no es posible continuar en tu compañía, me he hecho análisis y gracias a Dios no tengo ninguna enfermedad a la cual se ligue nuestra convivencia.
Llegaste a mí siendo un adolescente, al principio todo fue un juego pero al paso del tiempo te fuiste metiendo tan dentro de mi, que me era indispensable tu presencia, recuerdo que cuando andaba de novio, trate siempre que mi novia no se enterara de lo nuestro aunque posteriormente me enteré que ella lo sabía y por cariño lo pasó por alto.
Luego, cuando me fui a la ciudad de México buscando progreso ya que pensaba casarme, tu fuiste el compañero en la soledad de ese lugar extraño para mi, ahí te arraigaste más a mi y disfrutaba con tu aliento, me hacías sentir mas calmado sobre todo en las noches, ya que eras la compañía que tranquilizaba mis angustias y te enterabas calladamente de mis pesares y alegrías.
Después me case y seguí contigo a pesar de que mi mujer no estaba de acuerdo pero lo soportó por el amor que me tenía; recuerdo cuando en una ocasión quise dejarte, te eché de mi lado pero estabas tan dentro de mi que en la noche me sentí mal, una angustia una necesidad se apodero de mi y salí a buscarte como loco no sabes que alivio sentí al tenerte conmigo nuevamente.
Posteriormente tú lo sabes, tuvimos alejamientos esporádicos por meses pero siempre regresábamos. Hoy ya estoy viejo tú más que yo por supuesto y por lo mismo ya no puede ser lo nuestro, estoy decidido a que todo termine; decirte adiós y recordarte como un buen compañero.
Mi familia y algunos amigos me dicen que te deje que tu me estas haciendo daño lo cual me ha puesto a pensar y les doy la razón y quiero darte un adiós definitivo.
¡Ayúdame! Tú también aléjate para siempre de mí vida, que las volutas de tu humo se disipen y tu olor de tabaco me cause repulsión, que mis manos no tengan el gusto de tenerte entre mis dedos y que esos mismos dedos te den el definitivo adiós.
Adiós cigarro compañero. Adiós
Espero que mi experiencia te sirva para no ser esclavo de los malos hábitos como a mi me sucedió con el tabaquismo, existen otras sustancias más dañinas.
¡CUIDADO! DI NO A LAS DROGAS
Por J. Cordero M.
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