La enfermedad de la caída

Una de las patologías más frecuentes en la mujer moderna son las lesiones producidas por la propensión a las caídas. Es tan frecuente que se la mal denomina, la enfermedad de la caída. ¿Cómo se produce?, ¿qué hay que hacer para evitarla?

¿A que se debe la frecuencia de las caídas?  

En realidad es un estado anormal orgánico y funcional multicausal, muy común en las mujeres adultas de más de 45 años y que en pocas palabras se debe a:

 a)  Causas orgánicas que producen disminución de la aptitud para mantener una vida activa físicamente hablando: problemas circulatorios;  problemas psicológicos; problemas metabólicos de tipo disproteinemicos; etc.

En especial debemos insistir por el sobrepeso que causa diferentes alteraciones de la movilidad e hipotonía muscular. Recordar que obesidad no significa sanidad ni fortaleza.

b) Las artrosis y en especial de la columna vertebral producen dolores, disminuciones posturales, cefaleas, mareos y falta de estabilidad.

c) Causas funcionales propias de la edad: Disfunciones posturales generales y segmentarias como los de las articulaciones de la cadera, rodilla, pies etc. que cursan con molestias o dolores. Hipotonía y tendencia al sedentarismo.

d) Causas secundarias a estados orgánicos especiales propios del género entre los que podemos citar los embarazos. e) Causas físicos funcionales que modifican la biomecánica normal de las articulaciones de todo el cuerpo y en especial de los miembros inferiores. Generalmente  con debilidad muscular y frecuente sensación de cansancio.

e) Causas externas como las vestimentas inadecuadas (calzado); la utilización de los miembros inferiores con las carteras y bolsos, monederos etc. que modifican el ritmo escapular de la marcha normal.

¿De que manera estas causales influyen predisponiendo a la caída al suelo?

El factor común es que una o varias de estas causas, trabajando y potenciándose simultáneamente una a otras en un círculo vicioso,  terminan por producir una disminución funcional y una perdida de la fuerza muscular.

La marcha se hace mas “arrastrada”. Hay una perdida de agilidad. Hay una perdida de atención o vigilia donde el distraerse es común. Las rodillas y las caderas flexionan menos. El apoyo del talón disminuye y consecuentemente la punta del pié “roza” con el suelo.

Entonces el tropiezo es mas frecuente y con poco equilibrio el cuerpo se desploma y… sin control. O….el equilibrio se pierde y el pié queda como clavado en el suelo. El cuerpo sale despedido por la inercia o gira sobre su eje.

El resultado es conocido: la caída.

Causas orgánicas que disminuyen la resistencia del tejido óseo en especial en la zona de los extremos de algunos huesos largos como el fémur en las caderas, el radio en la muñeca, el humero en el hombro etc. Entre estas causas orgánicas la más común es la osteoporosis fundamentalmente de aparición durante y después de la menopausia.

En estas condiciones finaliza casi siempre en fractura de cuello de fémur, de muñeca o de hombro.

¿En estos casos  cuales son los tratamientos para las caídas?

Hay muchos tratamientos posibles pero eso ya cae dentro del ámbito de la terapéutica médica  y kinésica.

Lo que si es importante es que yo le haga conocer mi opinión:

Siempre es más conveniente prevenir que curar.

¿Entonces, que se puede hacer para prevenir las caídas?

Primero: Nunca deje de hacerse un chequeo médico  periódico,  con especial atención de las causas orgánicas predisponentes.

Segundo: Concurra a hacer gimnasia especial, adecuadamente dirigida y planificada para usted de acuerdo a su estado general y a los resultados del chequeo médico. Cuando estamos hablando de una mujer de más de 45 años se supone que existen ciertas patologías y disfunciones,  por lo que es necesaria que dicha gimnasia sea administrada por un Kinesiólogo o Fisioterapeuta con experiencia.

Tercero: Es conveniente hacer actividades fisicodeportivas que ayudaran a mejorar su estado físico y psíquico general. Actividades deportivas como la natación, las caminatas, etc., y actividades artísticas y lúdicas que le demanden ciertas acciones físicas y psíquicas necesarias;  baile, teatro, pintura, escultura etc.

Cuidado con ciertas actividades de moda supuestamente terapéuticas.

Cuarto: vístase menos convencionalmente, con ropa más suelta. El calzado es fundamental y el taco alto es muy perjudicial.

Cuando hablamos del calzado hay que tener cuidado.- Este debe ser cómodo, no producir molestias y sobre todo no ser apretado y que respete la forma natural del pié.

Quinto: Visite periódicamente al podólogo y cuide la pies y uñas de sus pies.

Sexto: Cuidado con el sobrepeso. Aliméntese en forma adecuada y sana. Consulte a una nutricionista.

Séptimo: El dolor casi siempre esta presente en las enfermedades o disfunciones posturales.

Es el lenguaje del cuerpo que está diciendo ¡cuidado! Acá hay algo que no funciona bien. Hay que atenderlo.

Es como una alarma. No la anule con automedicación.

Octavo: Si pese a sus cuidados Ud. se cae y siente molestias dolorosas e  impotencia a efectuar algunos movimientos, concurra inmediatamente a la consulta de su médico. 

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