“Un al beso será
suficiente para que una relación no funcione”.
Cada vez que besamos
incrementamos los estímulos que van hacia el cerebro y liberan
neurotransmisores que van generando placer y adicción. Un beso bien dado puede
generar tanta adicción como una droga.
Un beso disminuye la
sensación de dolor, cambia los procesos atentivos y genera emoción, estos tres
factores se encargan de liberar dopamina y de activar al sistema límbico y esta
condición nos lleva a seguir besando para a seguir liberando endorfinas.
Los hombres tienen
altos niveles de testosterona en la saliva, la testosterona es intercambiada en
la saliva y esto genera que la mujer se valla interesando en el proceso sexual y
en consecuencia los besos excitan a las personas involucradas en el proceso.
Si quieres saber más
detalles sobre los besos no dejes de ver la cápsula del
Dr. Eduardo Calixto:
Aldo Rosell, autor de "Afrodita
en la cama", te enseña la
manera exacta para
satisfacer a
cualquier hombre y lograr que él no quiera estar con ninguna otra mujer-
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