Mal de Alzheimer: ¿también en la mediana edad?

El Mal de Alzheimer se suele asociar con la vejez, pero en algunos casos puede comenzar ya en la mediana edad. Claves para detectarlo

Tiempo
atrás, José Estrada, de Madrid, comenzó a sentir que algo era diferente. José
era una persona joven, que apenas había pasado los cincuenta, y tenía un gran
éxito en su vida personal, liderando un equipo de marketing.

En
un principio, José no le dio demasiada importancia a esos cambios, que tenían
relación, principalmente, con el olvido de cuestiones sencillas o menores, como
el lugar en donde había dejado la llave del auto, o incluso para qué la estaba
buscando.

También
comenzó a olvidarse de los nombres de sus amigos, hasta que un día ni siquiera
supo cómo regresar a su hogar, algo que jamás le había pasado, dado que
llevaba una vida muy sana y jamás había bebido, ni siquiera en esa
oportunidad.

Tiempo
después, ya bastante avanzada la enfermedad, fue diagnosticado con la
enfermedad de Alzheimer ¿Cómo era que en todo ese tiempo nadie se había dado
cuenta antes?

Las
dificultades para un diagnóstico precoz

En
la mediana edad no es nada común sufrir de este tipo de enfermedad, por lo que
más que el paciente trate de decir que hay algo que está mal, los demás por
lo general pensarán que no hay nada de malo en un olvido, y seguramente le
prestarán poca importancia al tema.

También,
esta gente podría volverse muy irritables con estas personas “olvidadizas”,
que no obstante no saben como responder frente al nuevo contexto, antes de
enterarse de que son poseedores de esta enfermedad, y mientras están muy
ocupados en encontrar las cosas alrededor de la casa.

Según
señalan los expertos, los síntomas descritos por Estrada son muy típicos, y a
menudo dejados pasar por alto por los amigos y la familia, pues la enfermedad de
Alzheimer se experimenta generalmente en las personas que son mayores de setenta
años, por lo que nadie puede pensar que este mal también se presente en gente
de mediana edad. Pero lo cierto, es que esta forma de desorden genético también
puede darse en las personas de franjas etarias menores que la de la vejez.

Los
especialistas han desarrollado varios estudios en los que pudieron observar
varios signos sutiles de la presencia temprana de la enfermedad de Alzheimer,
indicios que los miembros de una familia podrían advertir fácilmente y serían
muy útiles para concurrir a un médico cuanto antes y evitar mayores
sufrimientos.

En
efecto, la seguridad de estas personas, limitadas en su capacidad cognoscitiva,
se encuentra en peligro, y también existe el riego de que pongan en peligros a
otros. Por lo tanto, es muy importante que las personas que sufran de este mal
sea identificados tan tempranamente como sea posible.

Pero
además, el hecho de que se hayan desarrollado en los últimos tiempos medicinas
específicas que pueden, aunque no curarla, por lo menos combatir la enfermedad
de Alzheimer y mejorar la memoria, es otra de las razones por las que sería muy
importante una temprana detección.

De
hecho, estas drogas no necesariamente los podrían regresar a su estado normal,
pero sí puede aminorar la progresión lo cual también será un factor que
prevendrá a los enfermos de tener accidentes en su casa o mientras conducen, y
les dará además un mayor tiempo para re-organizar sus asuntos financieros o
legales antes de que pierda completamente su memoria.