Existe una edad donde las mujeres afirman
gozar del sexo con mayor intensidad. Una edad donde las mujeres mejoran su
capacidad orgásmica y se dan más tiempo para el goce sexual.
No es extraño
que una gran parte de la gente, tanto hombres como mujeres, piense que esta edad
es la de la juventud. Es lógico: la sociedad y los medios masivos de comunicación
asocian sexo con juventud, casi como si se tratara de sinónimos.
Pero la realidad es, exactamente, lo
contrario. Esa edad, es a partir de los 40 años, según lo indican diferentes
estudios clínicos.
Por caso, el centro de Estudios de del Envejecimiento de la
Duke University en Estados Unidos, señaló que el 72 por ciento de las mujeres
mayores de 40 años, reconoce haber mejorado su experiencia orgásmica durante
el acto sexual, en comparación con sus épocas juveniles.
Y la gran parte del
resto de las encuestadas (19 por ciento del total)
afirmó no experimentar ningún cambio. El estudio, reveló además que el 80
por ciento de las parejas estables sigue interesada en su sexualidad aún más
allá de los 70 años, y que el 70 por ciento de ellas mantiene relaciones una
vez por semana.
¿Qué es, entonces, lo que tanto preocupa
a las mujeres que han llegado a esta edad? Varios causas. Una de ellas, son los
achaques propios de la edad, que provoca que su cuerpo se aleje del estándar cultural,
y no natural, que relaciona sexualidad con delgadez y piel sin arrugas.
Pero el
principal, es un cambio sobre el que existen muchos prejuicios, pero pocos
conocimientos concretos: la menopausia.
En efecto, no son pocas las mujeres que
relacionan esta condición con una disminución de su sexualidad. Sin dudas, es
muy cierto que, cuando las mujeres ovulan y sus niveles de estrógenos aumentan,
existe una necesidad instintiva en ellas de mantener relaciones para lograr su
reproducción, por lo que aumenta todo su
erotismo.
Pero no menos real es que,
considerar al estrógeno como La Hormona de la libido es sobrevalorarla, ya que
en el sexo influyen una gran cantidad de variables, que incluyen el compañero,
el estado anímico, el tiempo, etc.
Y todas estas cuestiones, pueden no ser tan
positivas en la juventud como sí en la adultez, lo que explicaría por que, al
preguntarle a las mujeres en que momento disfrutaron más de la sexualidad,
muchas afirmen que fue luego de la menopausia.
De hecho, las causas que esgrimían ellas
para justificar su respuesta, eran, entre otras, mayor tiempo para
gozar del
sexo, menores responsabilidades maternas, mayor experiencia, menores
inhibiciones, la no necesidad de fingir los orgasmos, mayor tiempo para realizar
dietas y ejercicios (con lo que mejoraban su estado físico y capacidad sexual),
y menor temor a quedar embarazada.
En su libro Una
etapa vital: menopausia, la doctora Sonia Blasco afirma que un relevamiento
llevado a cabo en Dinamarca por los doctores Koster y Gardner, reveló que el 70
por ciento de las mujeres no percibió cambio en su deseo sexual durante la
menopausia.
Sí, en cambio, afirmaron, en algunos casos, experimentar una baja
del deseo sexual por problemas relacionados con la salud, la rutina sexual, y la
dificultad de conseguir compañeros para sus relaciones, algo propio de la edad.
Este estudio da una pista de la errónea
asociación
menopausia-baja libido. La razón es que, en la edad de la
menopausia, muchas mujeres suelen experimentar otros cambios que sí las afectan
en su capacidad de goce sexual.
El estrés, la depresión, las dificultades para
conseguir parejas, la sequedad vaginal, los efectos de los medicamentos
recetados para combatir problemas típicos de la edad, como por ejemplo la
hipertensión y la depresión, y/o los efectos psicológicos de la misma
menopausia, son algunos de estas cuestiones.
Pero es justamente para estas afecciones
que los laboratorios están desarrollando una gran cantidad de alternativas.
Un
laboratorio ha sacado a la venta un medicamento a base de tibona, una droga
desarrollada para las mujeres posmenopáusicas o que han sufrido una histerectomía,
así como otro que contiene mirtazapina,
una antidepresivo que no tiene efectos secundarios. Además, existen una gran
cantidad de tratamientos hormonales sustitutivos, que aumentan el nivel de estrógeno
en las mujeres posmenopáusicas.
De lo que no quedan dudas, es de que la
menopausia, en sí misma, no tiene ninguna incidencia sobre el goce sexual.
Y si
tenemos que en cuenta que para muchas de las otras afecciones relacionadas con
la edad, hay un gran número de curas, solo quedaría conseguir al hombre que
siempre soñamos, -que puede ser el mismo con el que hemos compartido la vida, u
otro al que estaremos por conocer- para poder disfrutar del sexo como nunca. ¡Adelante!