Existen diferentes métodos y
diversas formas de presentar un producto como cura milagrosa, en el mercado. Sin
embargo, las más comunes aparecen en los sitios web y en los avisos de
diferentes medios.
Las tácticas que emplean habitualmente son:
Luchadores contra el “sistema”
Los estafadores generalmente
eligen aprovecharse de quienes se encuentran en ese estado haciéndoles creer que
ellos son “David” ante
las autoridades, que serían
“Goliat”. Muchos sitios web
proclaman
que sus productos son rechazados e ignorados por las autoridades y algunas
publican cartas aparentemente a la FDA y
otros organismos de control
denunciando el rechazo a
esta
posible cura.
Garantía
Poner una garantía de devolución
de dinero es una buena forma de ganara confianza.
Presentar el testimonio de personajes conocidos
también es otro recurso habitual.
La utilización de artistas,
por ejemplo,
es utilizada para
capitalizar -para sus propios fines-
su popularidad y representatividad.
Haciéndolo sentir “especial”
El saber algo del otro nos da un
sentimiento de poder. Los charlatanes juegan con eso pretendiendo darle a usted
un tratamiento preferencial o hacerlo sentir que le hablan como a ninguna otra
persona. Lo hacen sentir especial.
Muchas páginas web aseguran tener
una cura secreta proveniente de los países
del Este de Europa
o de
China
y
que la medicina occidental no
conoce.
Los estafadores le ofrecerán a
través de avisos comerciales, información de curas especiales con ingredientes
exóticos que nunca nadie oyó
mencionar,
o passwords secretos que lo dejarán ingresar a
áreas “especiales” de las mismas páginas,
que le “revelarán la información secreta”.
Jugando con
la desesperación
Existe mucha gente que quiere
creer en la existencia de curas simples para lsu
problema. En su
desesperación para encontrarla, ignoran los peligros que implica la presencia de
estos estafadores.
Sugieren
ideas pero no hacen una afirmación directa
Intentan implantar una idea que su
propia mente expandirá y terminará en
una conclusión incorrecta,
haciéndole creer lo que quiere creer. La forma que tienen de vender el producto
es usando frases indirectas para convencerlo de que esa
es la forma de curar
su problema.
Intentan
relacionarse con gente y proyectos con reputación
Esta forma consiste en utilizar
explicaciones “científicas“
para justificar el funcionamiento de su producto. Para ello, ponen en forma de
“cara visible” la foto de un famoso para promover el producto, y no
necesariamente con el consentimiento de esa persona.
Evitan
compararse con otros productos o placebos
Usted sólo
puede examinar que tan bueno es el
producto comparándolo con
otro que le sea familiar. Pero si el
propio vendedor se rehúsa a este recuso,
¿qué
estará ocultando? Si el producto fuera bueno, no tendrían inconvenientes en
hacerlo.
Evitan
dar información estadística de sus resultados
Cuando los presentadores anuncien,
por ejemplo, el crecimiento
del pelo cuando se usa el producto,
pregúntese a si mismo cuanto cabello exactamente. Potencialmente podrían estar
hablando de uno solo, e incluso no muy fuerte como para ser considerado pelo
sano.
Si resaltan el crecimiento de pelo
nuevo, pregúntese qué
tipo de pelo, con qué
rapidez, en qué
lugar, con qué
densidad, y de qué
largo. La mayoría de las pruebas con
medicamentos para el
crecimiento del pelo, incluyen
evaluaciones empíricas: un
área del cuero cabelludo es tomada como referencia para monitorear los avances y
progresos del tratamiento.
Esta información es comparada con
los resultados en
otras personas y a su vez con un grupo que haya recibido placebo para obtener la
estadística requerida. Todo eso produce los
resultados
que se publican para el público
en general.
Supuestas publicaciones
científicas
Algunos de estos personajes
famosos aseguran tener publicaciones científicas mensuales con su nombre para
reforzar su reputación profesional. Esos datos, pueden ser falsos y pueden ser
chequeados con bases
de datos como la de PubMed en:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi
Otras publicaciones son más
oscuras y difíciles de confirmar. Aunque también existen publicaciones
serias
y otras no tanto. Sin embargo, muchas publicaciones son verdaderamente útiles.
Existen buenas publicaciones científicas y algunas que no lo son tanto. Algunas
pueden estar basadas en falsas investigaciones.
Cuestiones de calidad
Estos productos generalmente
cuestan bastante dinero. Parte de eso es porque saben que quienes lo consumen
están desesperados y pagarán cualquier cosa para
solucionar su problema.
Por ello
advierten que los medicamentos más
baratos pueden causarle una
imagen desfavorable a los potenciales compradores.
Quieren hacer creer que cuanto
más caro,
más
calidad
más
prestigio. Y existen personas que no compran productos por ser baratos y
esto los hace parecer
sospechosos. Por eso muchos suben
el precio intentando sugerir una mayor calidad, para gente que considera la
opción según el precio.
Sitios
elaborados / avisos caros
Algunos son una obra de arte, muy
complejas y ayudan a convencer con la magnitud del
diseño,
pero con muy poca información. En ocasiones utilizan palabras inexistentes que
ellos mismos fabricaron para clasificar algo que en realidad no existe.
En
los comentarios que se ven, se nota que mucha gente no entiende las
explicaciones que se dan pero están sumamente impresionados con el “escenario” y
compran este caro producto.
Recomendaciones
personales
Usualmente, estos sitios web o las
cartas de recomendación de estos productos por parte de supuestos usuarios, son
totalmente inventadas.
Escritas por gente paga para hacerlo,
pero incluso si es de un
consumidor real, eso no
significa que el producto
realmente
funcione bien.