Novedosa prevención ante las operaciones

Una interesante investigación científica evitó las complicaciones posteriores a las operaciones. Con su adopción como método, los pacientes podrían estar mejor cuidados.

En el Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires se desarrolló, recientemente un Programa de Seguimiento de Pacientes que debían ser operados, con el objetivo de que lleguen mejor preparados a la cirugía. El proyecto buscó acompañar y evaluar a los pacientes en su preparación para evitar complicaciones post operatorias. Los resultados fueron asombrosos, y justificarían su implementación como método permanente. Los pacientes, agradecidos.

 

Hoy en día, someterse a una cirugía programada, o sea, aquellas que no son de urgencia, debería ser un “simple trámite”. Sin embargo esto no sucede y ello motivó a un grupo de profesionales de la medicina, a desarrollar un modelo de evaluación preoperatoria en pacientes que debían ser operados en forma programada de alguna dolencia abdominal. Esta experiencia fue puesta en práctica en el Hospital de Clínicas, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, por un conjunto de médicos clínicos, pertenecientes a la División Gastroenterología, del Departamento de Cirugía.

El propósito de esta investigación fue disminuir los riesgos graves producidos por las operaciones. Para ello, se evaluó el estado físico de los pacientes, previamente a la realización de su cirugía. En caso de que se encontrara alguna patología, se determinaba su gravedad, estableciendo el potencial riesgo quirúrgico.

A través de la confección de una historia clínica pormenorizada de los pacientes que iban a ser operados, se determinaban sus antecedentes familiares y personales, la descripción de las características físicas preoperatorias, se estimaba la presencia de enfermedades con ayuda de exámenes complementarios, aconsejando no realizar la cirugía si se encontraba alguna contraindicación y tratando de establecer si el paciente a operar podía sufrir alguna complicación durante la operación o con posterioridad.

 

Para ello, a cada paciente que iba a ser sometido a una cirugía abdominal se le hacía un exhaustivo interrogatorio y examen físico, pidiéndole una radiografía de tórax y análisis de sangre. A medida que aumentaba la edad del paciente, los controles eran más profundos, ya que se supone que aumentan los riegos de complicaciones.

Al finalizar la evaluación se clasificaban en diferentes categorías según el riesgo que presentaban: por un lado los pacientes sin antecedentes de ninguna índole, con análisis de sangre y examen físico normal; luego los que tenían alguna enfermedad conocida o descubierta durante el interrogatorio o con algún antecedente de un hábito tóxico; después los que poseían alguna enfermedad conocida o descubierta durante el interrogatorio a la que se le sumaba una incapacidad funcional; también aquellos que llevaban alguna enfermedad que ponía en riesgo su vida y finalmente aquellos con peligro de vida dentro de las 24 horas.

 

Al encontrar algún problema en los pacientes que iban a ser sometidos a una cirugía programada, como por ejemplo hipertensión arterial o problemas cardíacos, este grupo de profesionales se encargaba de tratarlos y conseguir mejorar el estado físico y psíquico del paciente.

 

De este modo se operaron trescientos veintiséis pacientes, que padecían diferentes problemas, como por ejemplo: cálculos en la vesícula, enfermedades del intestino, delgado o grueso, enfermedades malignas de estómago, etc.

 

Al hacer el seguimiento de los pacientes operados, se observó dentro de las complicaciones intra y postoperatorias, que ninguna fue de una importancia extremadamente grave. En general se encontraron infecciones comunes de la herida quirúrgica y coágulos en los miembros inferiores, fruto del excesivo reposo que todo paciente debe tener una vez operado.

 

Por lo tanto la implementación de un seguimiento de esta naturaleza dio un excelente resultado. Sirvió además, para poder detectar problemas de salud en personas que no sabían que los padecían o que no visitaban frecuentemente al médico. También se consiguió un mejor estado físico y psíquico de los pacientes antes de la cirugía.

 

Como punto en contra, se notó la deserción de pacientes a estos controles prequirúrgicos ya que no podían pagar los gastos médicos para realizarse los estudios solicitados.

Ahora los pacientes, podrán estar más cuidados.

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