Nuestra vida en un cigarrillo

Pasos hacia el objetivo de dejar de fumar

Cuando por decisión
personal, problemas de salud o por simple economía, debe dejar de fumar, si es
que con anterioridad ya ha hecho el intento, habrá descubierto que no es tan
fácil abandonar el vicio como piensan aquellos que nunca fumaron.

Fumar es una actividad que
se encuentra profundamente arraigada en nuestra conducta, no solo como una
dependencia adictiva (nicotina, alquitrán, etc.) sino como un hábito cotidiano
que forma parte de cada espacio y de cada actividad que realizamos minuto a
minuto.

En efecto, para graficar el
alcance del problema, cuando estamos felices por haber logrado el éxito en
algún examen, cuando al fin obtuvimos el favor de aquella persona tan especial
que nos proporcionó una noche inolvidable, o nos ascendieron en el trabajo.
¡Que mejor que celebrarlo con un cigarrillo!.

Si en cambio, nos aplazaron
en ese mismo examen o aquella persona tan soñada nos rechazó otra vez,
promocionaron  a nuestro Jefe gracias a
nuestros esfuerzos. ¡Que otro consuelo que un cigarrillo!. También cuando
comparte la mesa con amigos, todos desenfundan el cigarrillo casi al mismo
tiempo. …¡Píenselo! Cuando leemos, escribimos, planificamos, trabajamos,
estudiamos y por supuesto; luego de hacer el amor; El cigarrillo está presente.
¿Y cuando vamos al baño? …¡Por supuesto! También es desodorante de ambientes.

Pero no se engañe; Ese amigo
“traidor” lo está matando (Ud. siempre lo supo). A esta altura ya se habrá dado
cuenta que no se trata simplemente que “Usted tiene un vicio”, sino más bien
“Que toda su vida gira en torno al cigarrillo”; Entonces la única solución no
es simplemente dejar de fumar, se trata de que cambie su modo de vida, solo
tendrá un resultado duradero si contempla el problema dentro de un ciclo mayor,
lógicamente sin cambiar sus amigos, su trabajo, y mucho menos dejar de hacer el
amor.

Como dijera Mefisto en
Fausto “…Ya que no podemos concretar una solución directa, adoptemos una
estrategia” 

1.     
Toma
de conciencia
 

Es todo cuanto usted
requiere para comenzar este (o cualquier otro) tratamiento; que tome la
decisión consciente de abandonar el vicio y el hábito de fumar. Reconozca las
implicancias negativas que el fumar tiene en su vida, su físico, sus relaciones
y sus conductas. Simplemente piense como su vida es suavemente guiada por este
cilindro de tabaco y papel. Cada vez que fuma, a partir de ahora, sea
consciente de que está fumando  …y
entonces; ¡Perdónese!. Solo eso ¡Perdónese! Cada vez, no necesita hacerlo en voz
alta, hable para Usted mismo. Perdónese por estar atentando contra su salud.

Hágalo con la mayor
frecuencia posible, todos los días. Aunque usted siga fumando habrá adoptado el
primer paso de todo ex fumador; El reconocer que fumar es perjudicial para la
salud, para “su” salud, primero, y luego, para la de otros .-su familia-.
Recuerde que si su deseo es morir, hágalo rápidamente y de una sola vez, no se
transforme en una carga para sus familiares 

2.       
Señales
de su decisión
 

Ya está decidido a dejar de
fumar, pero resulta que su inconsciente, que se maneja por el hábito que usted
le inculcó durante años, no se dió por enterado. Deberá cambiar y mejorar sus
hábitos, hacer que se entere de su decisión.

…Alguna vez de niño,
recuerdo al cuidador de un parque, el cual decía haberse alejado del vicio mientras
daba una profunda pitada a un cigarrillo enfundado en una boquilla de 10
centímetros.

Más allá de lo gracioso, les
puedo asegurar que el simple hecho de colocar un filtro entre ustedes y el
cigarrillo, además de protegerlos contra los temibles estragos del alquitrán,
estarán enviando una señal inequívoca a su subconsciente de su decisión. Para
reforzarla, observen el alquitrán que queda adherido en la boquilla y
agradezcan que eso no está en sus pulmones.

No duden en acostumbrarse al uso
de la boquilla, si creen que eso les cambiará “el gusto” al cigarrillo,
recuerden que lo mismo se decía del profiláctico, del edulcorante, de los
productos “liht” y cada día se utilizan más. 

3.     
Estar
mínimamente lúcido
 

Luego de ocho horas de
sueño, lapso en el cual no bebe líquido pero sus riñones continúan filtrándolo
de su cuerpo, ocurrirá que al levantarse por la mañana tendrá cierto grado
mínimo de deshidratación corporal, pero lo suficiente como para afectar a las
sensibles neuronas. Esto se manifiesta como modorra, lentitud de pensamiento y
pesadez, actitudes estas que favorecen los actos automáticos e inconscientes,
como es el de estirar la mano al paquete de cigarrillos sin siquiera darse
cuenta de lo que hace, y como usted ya sabe, el “primer cigarrillo de la mañana”
es el que más daño hace. ¡Elimínelo urgente!.

Como le decía; Usted está
deshidratado, y con la cabeza embotada es presa fácil del vicio, que se funda
justamente en actos automáticos. Necesita estar lúcido. Tome dos vasos de agua
mineral antes de desayunar, eso lo rehidratará y le devolverá la voluntad, se
dará cuenta que es mucho más fácil sostener una decisión consciente, al
disminuir los automatismos, sin esfuerzo y con un poco de agua, vencerá
fácilmente la inercia. 

4.     
La
alimentación ayuda
 

Si considera lo que “el
placer” de fumar le hace a su organismo, circulación sanguínea, piel, pelo,
etc. (para no hablar de cosas peores), usted necesitará tomar antioxidantes,
algunas fuentes de esto son las vitaminas C y E, que se encuentran en:

Germen de trigo, frutas y
verduras (vitaminas C y E)

Pescado; Salmón, caballa,
atún (fuente de aceite omega 3)

Cereales, integral (que le
aportarán fibra)

Tome agua mineral abundante,
jugos y té (no café)

Duerma todo lo posible 

Si recuerda la fábula del zorro y
las uvas verdes, usted tendrá altas posibilidades de ser un “intelectual por
descarte”, pues si fuese una persona atlética no le permite el acceso al ámbito
deportivo con el cigarrillo en la mano, y por más que lo dejaran entrar, su
capacidad física estará seriamente disminuida, conclusión ¡Usted es un
intelectual! Obviamente que sentado en una silla es poco lo que se gasta, con
cualquier cosa que usted coma le sobra energía, y puede no notar la diferencia
entre una alimentación sana y otra que no.

No se deje engañar. Usted va
a librar un combate contra el cigarrillo por aire, mar y tierra, tiene que
estar preparado para la campaña, marchas forzadas, control de temperamento,
bajar la ansiedad, y por supuesto… no subir de peso. Pues bien, ya que es un
intelectual, utilice esa capacidad para planificar, paso a paso, como va a
mejorar su alimentación. 

5.     
Busque
apoyo
 

En sus seres queridos
(aquellos que no fuman), pues para sus seres queridos que fuman, usted se
convertirá en el Anticristo. Sea tolerante para con ellos, como otros lo han
sido con usted. Familia, grupos de apoyo, terapeutas y amigos, son de
inapreciable ayuda. En cuanto a los compañeros de trabajo, dicen que funciona
tomar un compromiso delante de ellos. Particularmente le ratifico que solo a
Usted le concierne su salud, dejar de fumar es la decisión más intima que haya
experimentado, de usted depende y de nadie más, solo usted lo puede lograr,
sépalo desde ahora.

No obstante lo dicho, son
muy útiles las terapias psicológicas de contención, asistir a grupos de apoyo,
técnicas de rayo láser con fitoterapia, parches de nicotina, acupuntura,
medicación; “Todo suma”. Son caminos que conviene transitar para reducir
gradualmente la cantidad del consumo de cigarrillos. 

6.     
Prepararse 

Póngale una fecha límite al
último cigarrillo, le recomiendo que no supere los 10 días corridos y marque
ese día en el calendario. Si fuese necesario, pídase uno o dos días de licencia
o búsquese algún feriado o fin de semana. El día anterior fume más del promedio
¡Satúrese! (Una mancha más que le hace al tigre). Pero cuando den las 0:00hs
del día “D” deshásgase de encendedores y ceniceros, tanto en su casa como en el
trabajo, que nadie fume cerca suyo. Usted deberá sentirse como aquel niño de 10
años que jugaba y disfrutaba de la vida sin fumar. 

7.     
Evite
la concurrencia a lugares donde habitualmente fumaba
 

Evite o restrinja su
concurrencia a lugares nocturnos que se prestan a los excesos de bebida, comida
y tabaquismo, también evite la exposición por tiempo prolongado al humo en el
ambientes de lugares mal ventilados, por lo menos las primeras semanas hasta
haber incorporado el hábito del aire limpio en su cuerpo.

Evidentemente que su lugar
de trabajo y su casa, no podrá abandonarlos, al menos por esta causa, pero lo
que sí puede hacer es variar la disposición de sus cosas sobre su escritorio, o
cambiar de escritorio, ordene los cajones de manera distinta y desaparezca todo
aquello relacionado con el vicio, tenga la botella de agua mineral a mano (dos
litros). Cada vez que sienta deseos de fumar, tome dos vasos de agua y verá
como lo ayuda. Recuerde que si el ocio es la madre de todos los vicios, la
rutina es el padre, haga que todo sea nuevo a su alrededor. 

8.     
Recuerde 

Que la nicotina y el
alquitrán son estimulantes, no calmantes. Cuando usted está presionado o
tensionado y fuma, lo que la nicotina hace es excitar las neuronas relacionadas
al “Placer” Concretamente “tapa” una excitación con otra excitación más
específica (asociada al placer) y, como se dará cuenta, de ambas formas termina
“acelerado”. Cuándo surja la ansiedad (antes o después de dejar de fumar),
pregúntese siempre ¿Cuál es el hecho concreto que en este momento me produce
ansiedad?

Es frecuente la aparición
del síndrome de abstinencia, luego de privar del excitante al sistema nervioso;
puede aparecer; Depresión, tristeza, desesperación, dependiendo del grado de
adicción. No dude en consultar a su médico para que le recete algún estimulante
“distinto” para evitar la depresión, como así también un calmante para
descansar por la noche y evitar el nerviosismo durante el día. 

9.     
Que
sea su preocupación principal
 

En el período posterior al
día “D” como dijimos, es frecuente la aparición de los cuadros anímicos
mencionados, pero nunca deje que el cigarrillo hable por usted. Ya habrá notado
la cantidad de excusas que tiene para seguir fumando. “La oficina está peor que
nunca”, “Se vence la factura del gas y no tengo dinero”, “Choqué el coche”, “Mi
hija quedó embarazada” “Me robaron la billetera”.

Cada vez que afloren estas
frases en usted o lamentablemente le ocurran en realidad, deberá decir: “¡No me
importa, yo dejé de fumar!”. No se olvide de repetir esta frase cada vez que se
enfrente con algún problema. 

10. 
Reemplace
un hábito por otro
 

Ya dejó de fumar, ahora debe
embotar sus sentidos; Olfato: Use mucho perfume incluso en las manos. En su
casa prenda sahumerios, fragancias de ambiente, haga ejercicios respiratorios
profundos, respire conscientemente, etc. Gusto: Obviamente que agua, chicle y
pastillas. Busque productos dietéticos, sin azúcar y no se haga problema que
más adelante dejará esto también. Oído: Música –la que más le guste- en su
casa, el coche y/o el walkman. Vista; Paseos al aire libre en contacto con la
naturaleza, con el “verde”, aprecie lo que observa con mucho amor y gratitud. 

11. 
Actividades
nuevas
 

Charlas con amigos,
distráigase, olvídese de fumar, vaya al cine, salga a caminar, haga aeróbicos,
mueva su cuerpo, anótese en algún gimnasio, es ideal para descargar tensiones y
educar la respiración, Medite, existen infinidad de libros sobre relajación.
¡Ocúpese en algo! Luego podrá relajarse, cambie las rutinas que solía realizar,
recuerde no tomar alcohol ni café, o disminuya su ingesta, reemplácela por té o
mate, pruebe con baños calientes, menos fumar dese todos los gustos, Usted se
lo merece. 

12. 
Preguntas
que siempre ha de hacerse
 

¿Por qué dejé el cigarrillo?
¿En que lugares me daba por
fumar más?
¿Por qué estoy ahora tan
tensionado?
¿Cómo puedo descargar la
tensión?
¿Cómo empleo el tiempo que
antes dedicaba al cigarrillo?
¿Cómo restrinjo por un
tiempo mis preocupaciones al mínimo?

13. 
Más
actividad física
 

Gimnasio, aeróbicos ayudan a
la circulación sanguínea y al corazón, queme calorías también caminando (5 km
por día), corriendo, andando en bicicleta, vaya a bailar o hágalo en su casa,
haga deportes, comprometa el uso de su cuerpo. Recuerde que la caminata debe
conllevar esfuerzo, trate de transpirar y altere el ritmo cardíaco. 

14. 
Siguen
las excusas
 

Las hay del tipo “Voy a
engordar” (esto es un mito), hasta “voy a dejar de compartir con mis amigos”,
“dejaré de escribir”, “leer”, etc. (y todas las tareas asociadas al
cigarrillo). Le está hablando el enemigo. Le ayudará suspender por algún tiempo
ciertas actividades, pero no dude que las retomará en muy poco tiempo si eso le
place. 

15. 
Su
actitud principal es sosegada
 

Recuerde que la iracundia,
la desesperación, la tristeza, la depresión y el nerviosismo, no le permiten
dominarse, y con la pérdida del control consciente sobreviene la recaída.
Tómeselo con calma, esta es la mejor inversión que usted está haciendo en este
tiempo; está añadiendo años a su vida.

Tome conciencia de lo que
está haciendo a cada momento, dése cuenta del beneficio que representa el aire
limpio en su cuerpo, recuerde que lo llevó a dejar el hábito de fumar, luego podrá
aflojarse. Su situación es parecida a la relación que existe entre el
alcohólico y el vaso de vino, usted seguirá siendo adicto siempre (pasivo
ahora) si prueba una sola pitada puede caer nuevamente, no lo haga, no
subestime al poderoso enemigo que es la adicción. 

16. 
No
duerma la siesta
 

Luego por la noche le
costará dormir, y la situación se presta para fumar, es preferible algún
tranquilizante que lo ayude a descansar que el insomnio 

Por Fin 

Puede utilizar cualquier
paso en cualquier orden, eso lo decide usted ya que se conoce mejor que
ninguno, personalmente le aseguro que si toma la decisión de dejar de fumar, no
importa las dificultades en su camino, lo logrará. Se lo digo yo que empecé a
fumar a los 13 años y dejé a los 43 años, 30 años ininterrumpidos fumando 40
cigarrillos por día. Hoy, dos años después, gracias al gimnasio estoy más
delgado y vigoroso que nunca, si yo pude hacerlo, cualquiera puede. Le deseo la
mayor de las suertes en esta nueva aventura que vivirá.