Dentro de las enfermedades que puede sufrir nuestro sistema
digestivo, uno de las más habituales pero también, más fáciles de controlar, es
la gastritis.
Gastritis es la inflamación de la mucosa gástrica, que en la gastroscopía se ve
enrojecida, presentándose en forma de manchas rojizas, las cuales representan
irritación o hemorragias subepiteliales.
Sin embargo, el diagnóstico preciso se obtiene por exploración endoscópica. En
ésta se apreciará si es solo una parte del estómago la que está afectada o toda
la esfera gástrica.
Son varias sus causas, entre ellas, los malos hábitos alimenticios, el estrés,
el abuso en el consumo de analgésicos (aspirina, piroxicam, indometacina, etc.),
desórdenes de autoinmunidad o la infección por Helicobacter pylori.
Uno de los síntomas principales de la gastritis es el dolor abdominal, sobre
todo en la boca del estomago.
La misma puede ser controlada fácilmente tomando antiácidos u otros
medicamentos. También se debe seguir una dieta blanda que ayuden a realizar una
buena y completa digestión.