Conozca en qué consiste el edificio enfermo para poder estar alerta, y qué medidas tomar si se está en un ambiente así

Es el nombre que se da al conjunto de síntomas que presentan quienes habitan o trabajan en espacios y que en general no van acompañados de ninguna lesión orgánica.

La organización mundial de la Salud, (OMS) advierte sobre dos tipos de edificios. Aquellos que presentan daños temporales y los que parecen extenderse en el tiempo.

Características del edificio enfermo


Poseen un sistema de ventilación forzada o tomas de renovación de aire en sitios inadecuados.


Edificaciones de construcción liviana y económica.


Edificios herméticos en los que, en general, las ventanas no pueden abrirse.

Los síntomas pueden ser variados. “Los efectos más salientes para quienes conviven en estas construcciones nocivas son irritación de ojos, nariz y garganta, toz, molestias y dificultad al respirar, erupciones cutáneas, náuseas y mareos, resfriados continuos y comezón”, comenta la neumonóloga española Sandra del Valle Méndez.

Consejos para tener en cuenta ante un edificio enfermo


Iluminación: un nivel bajo o los brillos excesivos pueden causar estrés visual, dolor de cabeza e irritación de ojos.


La presión sonora debe estar en los límites de 60-70 dB.


Las vibraciones originadas en las cercanías de la vivienda también afectan.


Mantenimiento de una temperatura adecuada.


La ventilación insuficiente es una de las principales causas de padecer este síndrome.

No solamente para el buen desempeño laboral, sino para tener una vida sana, es necesaria la revisión técnica del edificio.

A la hora de comprar una vivienda o de asistir al trabajo es importante tener en cuenta la edad del edificio, información sobre las renovaciones realizadas, número de habitantes, saber de qué material está hecho y conocer el funcionamiento de calefacción y ventilación existentes.

No hay que creer que los edificios viejos son solamente los que pueden causar este padecimiento. Aquellas construcciones modernas y nuevas son las que más problemas pueden dar como sucedió recientemente en Barcelona, España, en donde 273 empleados contrajeron lipoatrofia circular”, comenta el arquitecto catalán Francesc Vidal.

Esta enfermedad se da en edificios con mucha electricidad estática y conlleva a una pérdida de tejido graso.

Los factores que causan este mal se pueden dividir en cuatro tipos:


Químicos: presencia de polvo, dióxido de carbono, monóxido de carbono, ozono, óxido de nitrógeno, etc.


Biológicos: bacterias, hongos, esporas.


Físicos: iluminación, demasiado ruido, vibraciones, humedad, temperaturas inadecuadas.


Psicosociales: estrés, ansiedad, agresividad contenida.

Prevención del edificio enfermo


Buen diseño del edificio.


Mantenimiento efectivo del sistema de ventilación.


Remodelación apropiada.

Los especialistas aconsejan que antes de iniciar una obra o remodelarla se exija que los materiales y procesos minimicen los contaminantes que el aire arrastra.

Las inspecciones deben ser regulares. Con un adecuado sistema de aire, se contrarrestan las alergias, resfriados e irritaciones provocadas por la deficiencia del sistema de ventilación.

También hay que tener en cuenta los materiales utilizados en decoración y en los muebles para que no presenten alergias o agraven los problemas ya existentes dentro del edificio.

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