El tratamiento de reemplazo hormonal con estrógenos
es propuesto luego que los ovarios
dejan funcionar y por lo tanto, de producirlos de manera fisiológica (menopausia)
o luego de una cirugía con
resección
de los mismos.
El uso de los
estrógenos
se basa en dos pilares
fundamentales: La eliminación de los síntomas
que causan incomodidad a la mujer, y
el tratamiento preventivo, al
eliminar o atrasar aquellas enfermedades asociadas con la vejez.
Mientras que en el primer caso, la mujer siempre
encuentra la vía de administración de los estrógenos y el tipo de tratamiento
adecuado con el cual se siente bien y libre de síntomas, cuando se trata de
prevenir, no es tan simple.
Primero, porque no en todos los casos se asegura el
efecto beneficioso, protector y/ o preventivo de los estrógenos, y segundo,
porque se ponen en la balanza junto a éstos los efectos adversos y el riesgo
potencial de padecer ciertas afecciones graves debido al uso de los mismos.
¿Cuáles
son los BENEFICIOS?
Alivio
de los síntomas y mejoría de la calidad de vida.
La disminución
de los sofocos o calores es el beneficio mejor documentado del tratamiento
con estrógenos.
También mejora
la atrofia urogenital, que se manifiesta con
sequedad vaginal y la consecuencia de ésta, el dolor durante el acto sexual
(dispareunia), y evita la aparición
de infecciones urinarias.
Con
respecto al insomnio, se ha observado
mejoría de la calidad del sueño en
las mujeres que reciben tratamiento de reemplazo hormonal.
No hay
duda sobre el efecto favorable de los estrógenos sobre el esqueleto, actuando en
la prevención de la pérdida de masa ósea,
y su consecuencia, el aumento del
riesgo de sufrir fracturas óseas: Osteoporosis.
No queda
claro aun el efecto sobre la protección
cardiovascular que otorgan los
estrógenos, se sigue estudiando sobre el tema.
Hablando
de su acción sobre los lípidos, aumentaría
el HDL (colesterol bueno) y reduciría
los valores del LDL (colesterol malo).
Aun se
debe seguir investigando sobre el efecto preventivo de los estrógenos sobre la demencia
senil.
Sobre la piel,
los estrógenos tienen la capacidad de preservar
su elasticidad.
¿Cuáles
son los RIESGOS?
La
administración de estrógenos se asocia con PEQUEÑOS
AUMENTOS en el riesgo de padecer
serias complicaciones.
1) El
tratamiento con estrógenos aumenta el riesgo de padecer hiperplasia
o cáncer de endometrio. Este riesgo,
casi desaparece cuando a los estrógenos se asocian Progestágenos. Esta asociación no es necesaria cuando la
mujer ha sido histerectomizada. (se le ha extirpado el útero)
2)El
riesgo de sufrir cáncer de mama aumenta en
las mujeres que han usado estrógenos durante
5 o más años. ( el aumento del riesgo es de 1.35 veces)
3)También
el uso de estrógenos aumenta el riesgo
de presentar complicaciones venosas (tromboembolismo).
4) Otro efecto
adverso es la aparición de cálculos
en la vesícula y enfermedad vesicular, en las mujeres postmenopáusicas que
se tratan con estrógenos.
Con
respecto al temido aumento de peso al
utilizar hormonas, hay evidencias que demuestran que en la menopausia hay ganancia de peso, atribuible en parte a la disminución
del metabolismo en reposo.
Se
efectuaron estudios comparando mujeres con y sin tratamiento estrogénico, y
ambos grupos habían ganado peso.
Es difícil
determinar cual es la vía de administración (oral, transdérmica, vaginal) y
el tipo de régimen de reemplazo que va a ser aceptado y tolerado por cada mujer
en particular. Es frecuente escuchar los síntomas y efectos no deseados que
provoca el tratamiento, como ser el aumento de la turgencia mamaria y la
reaparición del sangrado menstrual.
Si bien
éste se puede evitar de acuerdo al tratamiento elegido, es importante que quede
en claro que la persistencia de un sangrado vaginal en la mujer postmenopaúsica,
es siempre motivo de consulta y eventual estudio posterior.
El
tratamiento con estrógenos puede tener diferentes efectos en los distintos órganos
y sistemas. Cada uno de ellos, con sus riesgos y beneficios, debe tomarse en cuenta cuando se piensa en el tratamiento de
reemplazo hormonal.
Siempre
debe recordarse que cada mujer tiene una historia familiar y personal, que
pueden aumentar el riesgo de sufrir ciertas enfermedades o efectos no deseados.
El médico
desde su lugar debe informar y aconsejar,
pero no hay duda que en definitiva es la
mujer la que tendrá la última
palabra, de acuerdo a la opción elegida.
Llegamos
así al comienzo de esta nota informativa sobre el tratamiento
de reemplazo con estrógenos: Una
decisión conjunta médico-paciente.