Las adicciones son un tema tabú, especialmente cuando se
habla de niños. Los menores de edad pueden comenzar a los 9,10 años con el
consumo de alcohol, por lo general en compañía de un familiar. Posteriormente
suelen comenzar con el consumo de marihuana.
La adicción es una enfermedad que genera
abstinencia y costumbre, por lo cual poco a poco el organismo se adapta al
consumo de algunas sustancias y pide otras nuevas, más fuertes.
Una de las razones más comunes para
iniciarse en el consumo es la presencia dentro de la familia, especialmente del
alcohol. Si entre los roles paternos hay una diferencia de autoridad, las
posibilidades se incrementan.
También existen factores personales,
ligados justamente a rasgos de la personalidad del menor. Suelen ser chicos
dependientes, inseguros, influenciables, frágiles y muy tendientes a seguir a la
manada.
En la mayoría de los casos, los padres están ajenos al mundo en el que están
sumergidos. No conocen las sustancias, los riesgos ni las posibilidades de que
su hijo las consuma.