En cuanto a la
protección a los
rayos solares
es recomendable utilizar un factor superior al 15
y aplicarlo media hora antes de exponerse. La aplicación debe renovarse cada dos
horas independientemente de si intermedia un chapuzón en el mar, río o en la
pileta.
Se debe
prestar especial atención a los hombros, nariz y frente y de estar expuesto al
agua salada, lavarse primero con aguas termales (se venden en spray) antes de
volver a aplicarse el
bronceador.
Ante la
deshidratación lógica que produce el calor y el movimiento, se debe tomar un
mínimo de dos litros de agua por día. Los licuados son nutritivos pero no la
reemplazan; y mucho menos las bebidas alcohólicas, el té y el café que producen
un efecto diurético.
Aunque muchas
veces queme, el caminar descalzo sobre la arena produce una fricción natural que
da como resultado una mejoría de las callosidades y mejora los músculos de la
zona que trabajan de otra forma.
En cuanto a la
protección del pelo, utilizar gorros y peinados recogidos es la mejor forma. En
caso de encontrar puntas florecidas, se debe tener en consideración una menor
exposición al sol y mantener un cuidado especial con cremas capilares que tengan
protección de los rayos del sol.
Es necesario
hidratar el cuerpo con cremas especificas para cada piel, para las mas jóvenes
se recomienda las libre de aceite, y para las personas mayores de 40 años es
conveniente una crema de mayor contenido graso como la emoliente, no compatible
con las personas mas jóvenes porque les puede producir granitos y puntos negros.
Aunque la
playa puede ser un lugar propicio para la seducción o por lo menos un paso
previo, no es conveniente ir maquillado o perfumado. Esto puede llegar a
producir manchas y reacciones en la piel, a raíz de que sus componentes
fototóxicos y fotoalérgicos sufren alteraciones químicas.
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