Ya sea grande, redondo, y del rosado más pálido, o pequeño, puntiagudo, y negro como la noche, no hay forma de que la pierdas de vista; está allí, en medio de la cara de tu perro: es su hocico —o trufa—.
Posiblemente hayas escuchado toda clase de historias acerca de esas narices inquietas, desde las sorprendentes características de percepción de olores que poseen hasta su capacidad de ser un indicador de la salud general del perro. A continuación, algunas preguntas y mitos frecuentes.
- ¿Un hocico seco quiere decir que el perro está enfermo?
Este es un error común. Un perro activo y olfateador, con frecuencia tendrá un hocico fría y húmeda, aunque un hocico seca no quiere decir necesariamente que el perro se encuentre enfermo.
Un perro afiebrado, decaído, posiblemente tenga un hocico caliente y reseca, aunque también podría tenerla un perro absolutamente sano. Un perro enfermo, por lo general, presentará otras sintomatologías.
Por ejemplo, un perro con una enfermedad respiratoria puede tener un hocico muy húmeda, aunque esta humedad puede estar acompañada de ciertas secreciones espesas o duras.
- ¿Por qué los perros tienen narices húmedas?
La humedad en las narices de los perros tiene dos buenos motivos: en primer lugar, ayuda a mantener fresco al animal, y, en segundo, le ayuda a olfatear.
Si bien los perros sudan únicamente a través de las plantas de sus patitas, también pueden eliminar calor mediante las evaporaciones de su boca (jadeos) y de su hocico.
En realidad, esa delgada y translúcida secreción producida por los perros es mucosa y no sudoración. Esta mucosa es una buena superficie para disolver los químicos del aire y absorberlos por la piel, donde están ubicadas las células que detectan los aromas.
Con frecuencia, un perro que olfatea en forma activa y alerta tendrá un hocico más húmeda que uno que está relajado o dormido.
Asimismo, los perros lamerán sus propias narices para probar los químicos atrapados en la mucosa y presentarlos al otro órgano olfativo que se encuentra en el paladar de sus bocas.
Junto a los extensos y sensibles pliegues de tejido dentro de la hocico del perro (conocidos como turbinas nasales) y a un área del cerebro ampliada para la tarea de olfato, estas adaptaciones otorgan a los perros ese excelente sentido olfativo que tanto los caracteriza.
- ¿Los estornudos son síntoma de enfermedad?
Muchas razas estornudan cuando están felices o excitadas, y esto es perfectamente normal y saludable. Los aullidos, por su parte, pueden ser disparadores de estornudos, ya que parecen hacer cosquillas en la hocico.
En general, los estornudos son una excelente forma de sacar cualquier elemento irritante de la hocico. Los perros estornudarán cuando huelan algo polvoriento o desagradable.
El exceso de mucus a raíz de una infección respiratoria también generará estornudos, posiblemente acompañados de secreciones espesas o duras.
Un perro que estornuda constantemente sin causa visible debe ser llevado al veterinario para una revisión.
De hecho, podría haber algo atascado en su hocico —esas grandes cavidades pueden esconder un gran número de elementos, incluyendo desde luego verrugas y tumores—.
Nunca intentes quitar algo de la hocico de tu perro sin la ayuda de un veterinario; la piel de la hocico es muy sensible y suele sangrar abundantemente si se la lesiona.
- ¿Los perros se resfrían?
Los perros pueden pescarse infecciones respiratorias, gripe, sinusitis, alergias, y todas las cosas relacionadas a los “resfríos” que tenemos las personas.
Sin embargo, mientras que el resfrío común en los humanos no requiere de un tratamiento sí o sí —más allá de descansar y tomar un té caliente—, buena parte de las infecciones respiratorias en los perros son más severas.
El moquillo es una seria enfermedad en los perros que puede ocasionar congestión y síntomas neurológicos, aunque la vacunación puede prevenir la infección en la mayoría de los casos.
El resfrío de perrera es una enfermedad más común y menos grave, que suele darse en perros en situaciones grupales —los perros sociales o aquellos que viajan con frecuencia deben ser vacunados contra esta patología también—.
Otras enfermedades respiratorias, como las infecciones fúngicas, comunes en los perros que cazan en los campos, son difíciles de prevenir y pueden llegar a convertirse en patologías muy serias si no son abordadas a tiempo.
Cualquier perro que muestre una secreción inusual en su hocico —es decir, cualquier cosa que no sea delgada y translúcida— o que presente tos o estornudos persistentes, deberá visitar al veterinario.
- ¿Pueden los perros insolarse o tener quemaduras de sol?
Al igual que los seres humanos, los perros suelen excederse en el primer día bonito de la primavera o el verano, y suelen exponerse al sol por lapsos prolongados de tiempo.
Cualquier ocasión en la que un perro pase más tiempo bajo el sol de lo que le es habitual, es posible que produzca insolación, especialmente en aquellos perros con narices rosadas o de colores claros.
Asimismo, los perros de pelo excesivamente corto o claro suelen ser afectados con facilidad por el sol. Y, desde luego, la exposición repetida del animal a los rayos dañinos del sol puede generar cáncer de piel.
En consecuencia, asegúrate de que tu perro tenga acceso a una “zona de sombra” si piensas estar afuera todo el día, y considera mantenerlo a resguardo durante el mediodía y durante la temporada de verano.
El protector solar funciona tan bien en perros como en personas, aunque los canes podrán lamerse el producto si se los embadurna en la zona de la hocico.
Lo mismo ocurre con las lociones o ungüentos de aplicación post-solar. Si tu perro tiene quemaduras graves, con ampollas y sangrado, debes recurrir al veterinario inmediatamente.
- ¿Qué hace cambiar de color al hocico de un perro?
Una variedad de cosas puede ocasionar que cambie el color delhocico de tu perro. Obviamente, las quemaduras solares pueden hacer que la trufa se ponga roja en un animal con hocico de color claro.
Los perros con narices blanquecinas y sensibles pueden presentar algunos cambios en la tonalidad de sus narices con el cambio de las estaciones —al igual que las personas se broncean—.
Otra causa común del cambio de color se da en aquellos perros que comen en platos plásticos.
Se lo conoce como sensibilidad al contacto, y puede evitarse usando recipientes de vidrio, cerámica, porcelana, o acero inoxidable para servir la comida y el agua del animal. Estos materiales son menos propensos a alojar bacterias.
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