Vestidos de noche para lucir más joven y delgada

Consejos para lucir grandiosa cuando el sol se esconde, eligiendo los vestidos de noche más correctos para ti...

¿Y qué si pudieras mágicamente borrar de tu cuerpo las marcas del tiempo? ¿Y qué si pudieras mañana levantarte luciendo más joven y delgada de lo que estás hoy?

¿Y qué si pudieras encontrar una píldora mágica para, de alguna forma, transformarte en una nueva y mejorada versión de ti misma —y sin gastar mucho dinero—? Pues bien, hacerlo es más sencillo de lo que crees. ¿El secreto? Un calce adecuado. 

Seguramente hemos hablado del calce apropiado en el pasado. Sin embargo, es indiscutible que muchas mujeres no han asimilado el mensaje.

¿Acaso no parece que muchas se echaran encima cualquier cosa antes de salir de casa?

Claro que no es algo para tomarse a la ligera, sobre todo porque estos errores tienen una repercusión negativa sobre el aspecto de la mujer —haciéndola lucir avejentada y más gorda—. Ahora bien, la buena noticia es que esto no tiene que ser así. 

Con algunos trucos simples, puedes hacer que tu vestimenta elimine visualmente algunos años y kilos de tu cuerpo —a la vez que disfrutas de toda la atención que esto genera—. 

Estas son algunas de las formas de hacerlo: 

Utiliza la ropa interior adecuada

“No usaré ropa interior”, me dijo una vez una amiga. Y se justificó diciendo que la ropa interior “es un signo de opresión femenina”. 

No sé demasiado de la opresión, pero sí sé de un signo que causa depresión femenina: la visión de las que alguna vez fueron unas animadas tazas C y que ahora se empeñan por hacer compañía a tu cintura. 

Generalmente, las mujeres jóvenes tienen senos firmes y elevados, mientras que las mujeres maduras —después de tener bebés y del achaque de los efectos de la gravedad— suelen tener senos más caídos y flojos.

¿Qué debes hacer si tu intención es lucir más joven? Pues, en primer lugar, conseguirte un buen sostén que ponga tu busto a la altura de tus bíceps, o a mitad de camino entre los hombros y los codos. 

La banda debe calzar ajustada alrededor de tu espalda, sin inclinarse o correrse hacia arriba. Las tazas deben encajar bien sobre tu piel pellizcar ni aplastar los senos. Los breteles, por su parte, deberán posarse sobre tus hombros sin hundirse ni escabullirse. 

Si tu sostén no consigue hacer todo esto, deberás buscar la asistencia de una persona con conocimientos en la materia.

Podrás encontrar a estos individuos en algunas grandes tiendas o, especialmente, en los locales de venta de lencería. 

Asimismo, la ropa interior deberá sentirse cómoda sobre tu piel, sin generar gran presión sobre la misma.

Las tangas, las bragas, y los pantaloncillos estilo de varón, suelen ofrecer gran comodidad, y los colores neutros o simil-piel otorgan una amplia versatilidad. 

Sólo prendas que te vayan

“Sólo usa prendas que te vayan”. “Compra sólo prendas que se amolden perfectamente a tu cuerpo”. Es un concepto sencillo, pero hay algo verdaderamente misterioso que hace que las personas no lo lleven a la práctica. No todas las personas, pero sí muchas.

Afirma que nunca has visto a una de esas mujeres con pantalones extremadamente ajustados, cuyas piernas —parecidas a salchichas alemanas— difícilmente conseguían irrigar la sangre hacia los pies, y no te creeré.

Afirma que nunca has visto a una mujer con una remera tan grande que se te vino la idea de un vestido a la mente y…, tampoco te creeré. Las prendas que son demasiado pequeñas te hacen ver más grande, y las prendas grandes —y sin forma— te hacen ver como un jugador de fútbol.

Ninguna de las opciones es demasiado halagadora para una salida nocturna. 

Para lucir bien armada, tus prendas deben recorrer tu cuerpo con ligereza, sin meterte en tus orificios, ni incomodarte a la hora de hacer tus movimientos.

Asimismo, no deberás estar constantemente reacomodando tu ropa a medida que te sientas y te pones de pie. Finalmente, tampoco deberías andar subiendo o bajando tus prendas mientras caminas. 

Usa prendas que acentúen lo positivo

Toma nota de lo que te gusta y de lo que no te gusta de ti misma, y plantéate el desafío de acentuar las virtudes de tu silueta y esconder aquellas cosillas que no te agradan tanto. 

Por ejemplo, adopta estilos tipo chal tendientes a minimizar bustos exacerbados o panzas protuberantes. Por su parte, si quieres destacar un busto mezquino, los bolsillos a la altura del pecho lo harán a la perfección.
¿Tienes caderas anchas? Cúbrelas entonces con colores oscuros y arrastra la atención hacia tu cara, con alguna remera clara o con un collar bien llamativo.

¿Tienes unas piernas hermosas? Arrastra la atención hacia ellas con unos zapatos geniales o con una pollera que deje ver lo suficiente. 

Para ponerlo sencillo: piensa antes de vestirte. Comienza con la ropa interior adecuada y luego sigue agregando prendas que no sólo se sientan bien sino que te traten en forma halagadora.

No introduzcas tu cuerpo dentro de ropas demasiado pequeñas ni te escondas dentro de gigantes trozos de tela. En cambio, busca el calce adecuado y aprende a destacar aquellas zonas de tu cuerpo con las que te sientes bien.

No es tan difícil. Todo lo que tienes que hacer es practicar y, con un poco de tiempo y esfuerzo, podrás lucir genial con cualquier edad, forma, talle, o presupuesto. 

¿Crees que esa barriguita bien cultivada hará que ninguna prenda te vuelva a sentar apropiadamente? ¿Te sientes rara cada vez que te miras al espejo y ves que el 80% de tu cuerpo son “piernas”?
Si es así, necesitas esta guía gratis para disimular los defectos con la vestimenta adecuada