El brillo está de moda nuevamente. Los atuendos metalizados son ideales para lucir en una fiesta o para una salida nocturna informal. “Se adaptan fácilmente a todo tipo de ocasión.
No necesariamente tiene que lucirse en un evento sofisticado. Hay modelos que se pueden usar perfectamente para simplemente salir ya que son muy cómodos y hacen que la mujer quede elegante con muy poco”, sostiene la diseñadora de modas española Itziar Alcalde.
Colores que más destacan:
– negro
– dorado
– peltre
– azul
– oro
– plata
– cobre
Estilos de vestidos metalizados:
– Sueltos.
– Estilo globo con cuello redondo y frunce en el escote. Con cinturón que marque la cadera, de la misma tela. La extensión de la tela puede ser simétrica o en degradé.
– Al cuerpo, strapless corto o largo
– Escote palabra de honor con vuelo y volumen debajo de la cintura
– Largo, de corte sirena
– Con semicola y escote corazón con mangas caídas
Los vestidos metalizados son multifacéticos. “Pueden ser largos o cortos, con diferente tipo de escotes, con volados o sin volumen, sujetos al cuerpo o sueltos.
Quedan muy bien en mujeres jóvenes y también hay modelos muy sofisticados para mujeres maduras. Es una moda que destaca por su brillo, pero no es exagerada ni abruma a la vista”, sostiene la diseñadora.
Según el cuerpo se pueden conseguir modelos y opciones muy variadas y de diseño original. “Las mujeres de baja estatura deben decidirse por los vestidos cortos.
Si son delgadas los ajustados al cuerpo con unos buenos zapatos de tacón lucirán muy bien. Si en cambio la estatura es alta, los vestidos largos, sencillos para lucir durante la noche o con cola para vestir en una fiesta quedarán muy bien.
Los volados son especialmente sentadores para aquellas mujeres muy delgadas de cintura para abajo. Si se tiene poco busto, lo ideal es conseguir un vestido con volumen en esa zona.
También sientan muy bien los volados en los hombros si se los tiene caídos. Son trucos que la mujer debe tener en cuenta a la hora de querer adquirir un vestido”, continúa diciendo Alcalde.
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