6. Productos cerca de la caja registradora
Mantén productos envueltos cerca de la caja registradora. Nada grande, nada
caro, pero tampoco superbarato. Hay clientes impulsivos que agradecerían que
llenaras sus necesidades de impulso.
7. Pregúntales
Muchas personas compran para regalar. Por qué no le preguntas a la persona
“¿Esta compra es para regalar?”. Si te contestas positivo, diles “¿Por qué
no se consiente también comprándose algo para usted?”.
8. ¡No te olvides de la ropa y de la música!
Vístete para la época. Usa colores navideños y pon música navideña pero
relajada.
Se sabe por estudios que la música alta y de mucho ruido ahuyenta a los
visitantes. Piensa en MacDonalds. ¿Por qué tiene luces claras? Porque es
comida rápida: para que entres, compres y te vayas.
9. Regala dulces de menta
Estos toques especiales marcan la diferencia. No te olvides, ya que ellos no
lo harán.
10. Una sonrisa
Por último. Sonríe, sonríe y sonríe. Que la vibración sea positiva en tu
establecimiento. Muchas sonrisas, “muchas gracias”, “regresa pronto”: todo
marca la diferencia y ayuda en la retención.
11. Agradéceles
Llámalos para desearles una feliz Navidad y un próspero año nuevo. Piensa en
todas las empresas donde compras. ¿Cuándo fue la última vez que te llamaron
o te enviaron una postal personalizada? ¿Así quieres ser también?
El banco local me envía una postal —no personal— de agradecimiento. Solo
pienso en una factoría produciendo miles de tarjetas, no en un empleado que
se toma su tiempo para decirme gracias con una nota personal o una llamada.
Vale la pena abundar en el agradecimiento. Vivimos en un mundo rápido donde
se nos olvida que no somos una isla.
El agradecimiento a tus clientes, un correo electrónico (aunque no te
contesten), una llamada o una postal personalizada son como un atardecer.
Placentero y alegre. No te olvides, por favor.
Por Diana Fontanez
www.mercadeobrillante.com