Algunas razones son:
Precios
Cuidado con la competencia que tienta a tus clientes con precios bajos. Si no
logras que tu negocio sobresalga de la competencia, el precio más bajo se los
llevará. Esto se evita edificando una relación desde el comienzo para poder
evolucionar con ellos y ajustarse a sus necesidades.
Claro, hay clientes desagradecidos a los que no les importa si les bajas la
luna. Por estos enciende una vela y da gracias a que se fueron. Después de todo
tenemos que divertirnos y no ponernos tan serios.
Empleados
Cuidado con el empleado. Estás delegando la función más importante de tu
negocio. Recluta empleados a los que genuinamente les guste trabajar con las
personas. Jairo Camayo nos dice en uno de sus artículos que si no sabemos
sonreír no deberíamos ser empresarios. Mucho cuidado en esta área. Tus empleados
están para servir y representar a tu empresa.
Insatisfacción con el producto o servicio
De nuevo, hay que estar pendientes de las necesidades de nuestros clientes y
hacer un seguimiento para medir su satisfacción. Muchas veces las necesidades
cambian y tu producto o servicio se vuelve obsoleto. Por eso el seguimiento
constante es la clave.
Resumiendo
Estas son algunas de las razones por las que nuestros clientes nos dejan. Hay
que ser proactivos y crear relaciones duraderas desde el comienzo. En vez de
vender, tenemos que sembrar, cuidar de la siembra y cosechar solo cuando hayamos
hecho un buen trabajo. Recuerda…
Las razones pueden ser los precios, que no se sintieron bien atendidos, que no
están satisfechos con nuestro servicio y/o producto u otros motivos fuera de
nuestro alcance. No cometas el mismo error que cometí. Escúchalos, síguelos y te
premiarán con su patrocinio continuo.
Por
Diana Fontanez
www.mercadeobrillante.com