Los
chistes mas graciosos de la semana
1) El método más rápido para agrandar los pechos:
Solo hace falta un poco de esfuerzo y una mano amiga que te
ayude...
https://www.enplenitud.com/humor/agrandar-senos1.asp
2) Un niño y su perrito, el comercial mas tierno del mundo:
Un tierno perrito, un niño y un mensaje. ¿Qué más se puede
pedir?
https://www.enplenitud.com/humor/mejor-comercial-con-perros1.asp
3) La sombrilla y la bikini:
Una hermosa mujer en bikini intenta broncearse en la playa,
pero la sombrilla tiene otros planes...
https://www.enplenitud.com/humor/sombrilla-y-bikini.asp
4) Por que te revisan en el aeropuerto?:
Si viajas a Japón, ten cuidado que en el aeropuerto puede
estar esperándote este guardia...
https://www.enplenitud.com/humor/guardia-de-aeropuerto1.asp
5) El comercial prohibido de Virgin:
¿Qué puede hacer una compañía de celulares para que le
prohiban un anuncio? Simplemente, esto:
https://www.enplenitud.com/humor/virgin-moviles1.asp
6) Gordo al agua:
Cuando llega el verano y el calor aprieta, los kilos de más
son una ventaja...
https://www.enplenitud.com/humor/gordo-al-agua.asp
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Buena o mala suerte?
A pesar de ser un
campesino muy pobre, tenía un caballo extraordinario, tan
fino que el señor del castillo quería comprárselo, pero el
viejo labriego se rehusaba a vendérselo.
-Para mí, este caballo no es solamente un animal, es un
amigo. ¿Cómo puedo vender yo a un amigo?
Una mañana el labrador entró al establo y no encontró a su
caballo. Al enterarse, los vecinos le dijeron:
- Te lo advertimos. Debiste haber vendido el caballo, te
negaste y ahora te lo robaron. ¡Qué mala suerte tienes!
El viejo hombre les respondía:
- ¿Mala, o más bien buena suerte?
Todos se burlaban de él.
Dos semanas después,
el caballo regresó seguido de una manada de potros salvajes.
Su corcel había escapado detrás de una hermosa yegua y
retornaba ahora con la manada entera siguiéndolos.
- ¡Qué suerte! -exclamaron los vecinos.
El viejo hombre inició entonces con su hijo la tarea de
domar los caballos. Una semana más tarde, el muchacho se
rompió una pierna entrenando a los potros.
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