Según su
creador, Iwao Takamoto nacido en 1925 en California (también hacedor de éxitos
como Penélope Glamour, Los Supersónicos y algunos personajes de Johnny Quest),
el suceso de Scooby Doo, se basa en la esencia de la relación con la
experiencia del hombre y en el contenido de la historia.
Este sabueso
Gran Danés, fue el iniciador de una forma de mostrar algo diferente a través
de la animación. Por medio de la simplicidad visual, pudieron verse reflejadas,
cuestiones que tienen que ver con la identificación de la gente dentro de una
historia atrapante (y pueden verse nuevamente en la pantalla de Cartón
Network).
La simplicidad
del dibujo diseñado por Takamoto, hizo que la Hanna Barbera depositará toda su
confianza en él. Y a través de sus animaciones, dio vida a la mayoría de los
personajes lanzadas por la compañía. Según el creativo, Scooby Doo tiene algo
que pocas series de dibujos posee: personalidad.
Todos recuerdan
al simpático Oso Yogui, con su corbata, sombrero y mirada desafiante. A los 15
años, Takamoto se presentó en los estudios Disney, armado sin más que un
cuaderno con todas las caricaturas que pasaron por su mente durante el fin de
semana previo a la cita.
La impresión
causada fue inmejorable. Iwao era parte del staff de la poderosa corporación,
en donde se rodeó de los famosos “Nine Old Men” (Ollie, Johnston, Marc
Davis, Frank Thomas, Eric Larson, Ward Kimball y Milt Kahl) creadores de
personajes como la Cenicienta, Peter pan y la Bella Durmiente.
Luego de varios
años en la Disney, Takamoto decidió integrarse a la Hanna Barbera, productora
de varias series de animación en televisión. La tecnología fue una
herramienta que en su época no abundaba, pero que luego comenzó a incidir en
el rubro en el que el dibujante de antepasados orientales, incurrió.
Scooby Doo
comenzó como una idea de Joe Barbera, durante el análisis del bajo suceso que
el show sobre misterios adolescentes tenía. “¿por qué no incluir una
mascota?”, se preguntó Barbera.
Fue entonces
cuando Takamoto pensó que lo ideal sería que ese nuevo personaje tendría que
ser un perro, en principio pequeño, rápido e inteligente, pero tras varios días
de análisis, el dibujante se presentó ante el dueño de la compañía y le
sugirió que lo mejor, sería uno grande, un Gran Danés.
Ante la
respuesta positiva de Barbera, el diseñador californiano comenzó a delinear
los rasgos que tendría que tener su personalidad y a pensar en un nombre.
La
incógnita se resolvió tras un Show de Frank Sinatra, en donde tras una serie
de juegos vocales durante la canción “Extraños”, surgieron los sonidos de
Scooby Doo…el nombre de un extraño perro que hipnotizó a grandes y chicos a
través de los años, un mito.