El discreto encanto del perfume

Todos los secretos para aprovechar al máximo el misterioso poder de los perfumes.


 

 

El
perfume, tan antiguo como la humanidad, es el único producto que da una imagen que no se ve pero se nota, con el inmenso poder de provocar atracción o rechazo.

El olfato es la vía de materialización y un sentido que se puede considerar un lujo en el ser humano, ya que el origen del olfato era el de detectar peligros.

Los mensajes olfativos que se producen entre la nariz y el cerebro son los que permiten que el ser humano esté preparado para percibir hasta diez mil olores diferentes.

El perfume es a la cosmética lo que el poema a la literatura: un arte mayor y exquisito.
Los profesionales que crean perfumes se denominan “nariz” y su labor consiste en afinar el olfato recorriendo el mundo a la búsqueda de aromas procedentes de plantas, animales, sustancias químicas y materiales de lo más heterogéneo.

Existen cientos de perfumes
producto del márketing.

La necesidad de mercado crea un aromas que no dura más allá de su novedoso lanzamiento.
Pero existen perfumes cuya calidad traspasa décadas, pieles y generaciones.

Ante la enorme oferta actual de perfumes resulta difícil ser fiel a un aroma. En cualquier caso, los olores son siempre subjetivos.

La personalidad, el tipo de piel, el gusto personal, la atracción y el rechazo desempeñan una función esencial a la hora de utilizar un aroma.

COMO PERCIBIR UN AROMA

Nunca se debe probar un perfume estando previamente aromatizado por otro, llevando una crema hidratante corporal perfumada, o una prenda de vestir que huela a otro aroma.
Es decir, en el momento de la adquisición, la piel y todo lo que la rodea debe estar libre de olores.

La mejor forma de probarlo y adquirirlo consiste en obtener una muestra y llevarla durante al menos sesenta minutos. Pero como no hay tiempo para tanto, existen las siguientes alternativas:

PROBARLO EN LA PIEL

Vaporizar una pequeña cantidad en la zona interior de la muñeca.
Esperar diez segundos para que se asiente el aroma en la piel y, situando la muñeca a 10 cm de distancia de la nariz, aspirar el aroma profundamente.

Si se quiere probar otro perfume, utilizar la otra muñeca, repitiendo la misma operación.
Nunca se deben probar más de dos aromas cada 3 horas, siendo lo correcto solo dos por día, ya que el olfato se confunde y es imposible percibir el perfume completo.

PROBARLO EN PAPEL

En las buenas perfumerías tienen unos cartoncitos alargados, donde se deposita el perfume, que debe olerse del mismo modo que cuando se prueba en la muñeca, a 10 cm de distancia de la nariz.
Esta opción permite probar varios, dejando 10 minutos de tiempo entre cada prueba.

ELEGIR EL TAMAÑO ADECUADO

Uno de los atractivos del perfume es el diseño del envase. Además de ese elemento decorativo, lo importante es saber que los tamaños medianos e intermedios resultan más prácticos, porque los perfumes se alteran con el paso del tiempo.

Sepamos también que el perfume debe ser guardado dentro de su caja, porque la luz altera la composición de su aroma.

Si un perfume está expuesto a la luz una semana seguida, su aroma desaparece completamente.

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