La pizza es originaria de Nápoles (Campania – Italia) con antecesores con alguna semejanza en Grecia y Egipto (pero el nombre de “pizza” fue dado en Italia), originalmente llevaba por encima queso mozzarella y aceite de oliva enriquecido con especies como orégano, tomillo, romero o en algunos casos anchoas o frutos de mar (mariscos).
Luego del descubrimiento de América se incorporó el tomate (pomodoro) y se pone en crudo (picado o molido) directamente sobre la masa leudada antes de llevar al horno (se le agrega a gusto sal, orégano u otros condimentos, incluso el queso).
Una de las pizza tradicionales italianas creadas por el maestro pizaiolo “Esposito” en honor de la visita de los reyes de Borgoña es y sigue siendo la “Margherita”, que lleva la masa, tomate, queso mozzarella y albahaca picada por encima (luego se cambió también por orégano), esto simbolizaba al unión italiana y los colores de la bandera.
La base de toda pizza es la masa, cubierta con tomate (salvo la que lleva cebollas – en ese caso sería una “fugaceta” o “fugaza”, versión genovesa de la pizza que podemos degustar en el barrio de La Boca, Bs. As., Arg.-) el queso (generalmente mozzarella) y acepta cualquier cosa que se le quiera poner por encima y combine sus gustos, claro que a preferencia de los italianos a las que llevan mariscos o frutos de mar no se les pone queso.
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