Al parecer, la advertencia ha estado circulando desde octubre de 2003. Éste es el mail que posiblemente muchos de ustedes hayan recibido:
"La agencia de orden público de California del Sur ha detectado nuevas amenazas a la seguridad personal a raíz del tipo de información contenida en las ampliamente difundidas llaves tipo tarjetas electrónicas usadas para abrir las puertas de las habitaciones de los hoteles.
Aunque las llaves difieren de hotel en hotel, una de las tarjetas obtenidas de la cadena “Double Tree” usada para una presentación de robo de identidad contenía la siguiente información: nombre del cliente, dirección parcial del mismo, número de habitación, fecha de check-in y check-out, número de tarjeta de crédito del cliente y fecha de vencimiento.
Cuando devuelves la tarjeta en la recepción del hotel, toda tu información personal está allí, al alcance de cualquier empleado que la pase por el scanner del hotel.
Asimismo, un empleado puede llevarse a su casa una cantidad de estas tarjetas y, valiéndose de un escáner, tener acceso a la información e incluso salir de compras a tu cuenta.
Para ponerlo más sencillo: los hoteles no borran la información en estas tarjetas hasta que un empleado reasigna la tarjeta a otro huésped del hotel. En ese momento, la información del nuevo cliente se reescribe sobre la del anterior, y sólo entonces cuando borra la información.
No obstante, hasta el momento en que la tarjeta es reasignada, por lo general suele quedar en un cajón de un escritorio en el hotel, y con toda tu información personal en ella.
El consejo: llévate la tarjeta contigo, hasta tu casa si es posible, y destrúyela. Nunca la dejes en la habitación o en la conserjería. El hotel no puede cobrarte por la tarjeta (es ilegal) y de esta manera estarás seguro/a de no haber dejado importante información en manos de desconocidos.
Por el mismo motivo, si llegas al aeropuerto y descubres que aún tienes la tarjeta en tu bolsillo, no la arrojes en la cesta de los residuos. Otra vez, llévala hasta casa y destrúyela cortándola en pedacitos, especialmente la banda magnética con la información.
El mail está firmado por la sargento detective Kathryn Jorge, del departamento de policía de Pasadena. Sin embargo, con el tiempo, la sargento ha bajado un poco el tono de sus advertencias.
“En años pasados —según declaraciones de Kathryn publicadas en el Web site Bend.com—, el software existente hacía necesario que un empleado ingrese los datos.
Si este empleado no estaba al tanto de las políticas del hotel en cuanto a la información a ingresar, ciertos datos podrían terminar en la tarjeta por error.”
“Desde que todo esto salió a la luz, los experimentos en nuevas tarjetas han fallado en duplicar el problema. Parece que el problema no se había esparcido ampliamente fuera de las grandes cadenas hoteleras.”
La naturaleza de leyenda urbana de este asunto le ha valido un lugar en el famoso site www.truthorfiction.com.
Es cada vez más frecuente que en los hoteles y resorts se den tarjetas llaves (iguales a una tarjeta de crédito) a los huéspedes para abrir sus habitaciones en lugar de la tradicional llave de metal.
Esto incrementó la seguridad ya que una llave de metal puede ser fácilmente duplicada y casi todas poseen grabadas o estampadas en el llavero el número de la habitación simplificando las cosas si por un descuido las llaves cayeran en manos equivocadas.
Por el contrario, las tarjetas llave no tienen ningún indicador visible del número de habitación a la que pertenecen.
Asimismo, estas tarjetas tienen una banda magnética en el dorso que puede ser programada, por ejemplo, con las fechas en las que el huésped estará usando la habitación, de modo que la tarjeta no podrá ser usada posteriormente a menos que sea programada con nueva información.
Ahora nos preguntamos concretamente: ¿tienen las tarjetas llave información personal acerca de los huéspedes?
En una reciente investigación efectuada en los hoteles más importantes de California, Nevada, y Florida, los resultados fueron contundentes: ninguna tarjeta llave contenía información personal; ni siquiera el nombre del huésped estaba entre los datos.
Existen algunos hoteles, como el Hard Rock y los Portofina Hotels en Orlando, que permiten que las tarjetas llaves sean usadas para hacer compras, aunque igualmente no existe información personal en las tarjetas. En este punto, las compras son cargadas al número de la habitación y agregadas a la cuenta del huésped.
Modalidad y operatoria
Hay quienes afirman que el rumor de las llaves tarjetas nació a raíz de un caso policial de California del Sur en el que los investigadores desbarataron una banda que se dedicaba a hacer fraudes con tarjetas lleve.
Los malhechores poseían una gran cantidad de tarjetas robadas de un hotel particular. La policía decidió escanear las tarjetas para ver qué datos contenían y encontró números de tarjetas de crédito y débito, aunque no se descubrieron datos sobre las habitaciones de hotel.
La modalidad, según los investigadores, es que los estafadores pueden usar un aparato para escanear la tarjeta y robar la información relativa a la tarjeta de crédito y débito, programarla en una tarjeta llave y usarla como la tarjeta original.
Asimismo, hubo un caso de fraude con tarjetas de crédito en Fresno, en el que uno de los participantes de un era un empleado de una gasolinera que había fabricado un aparato que podría escanear las tarjetas de crédito y débito de los clientes y pasar la información a una tarjeta llave durante el pago de la carga de gasolina.
Destruir la tarjeta llave
Con todo lo dicho, parece ser una buena idea, en todos los casos, destruir las tarjetas llave una vez realizado el check out.
Los agentes de la ley advierten que las tarjetas llave perdidas u robadas pueden ser usadas por ladrones de identidad.
Éstas pueden ser cargadas con información personal robada y usadas como tarjetas de débito o crédito para efectuar compras y retiros no autorizados.
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