Cuando
uno se dirige a elegir un perro
recién nacido a una
veterinaria o casa especializada en una raza especifica,
tiene que saber ciertos detalles sobre la diferencia entre uno y otro, una tarea
difícil, especialmente cuando los animales son de sólo siete u ocho días.
De
todos modos, siempre debe saber que nunca se debe separar a un cachorro de su
madre, antes de las siete u ocho semanas, momento en que el perro es
autosuficiente y tiene la capacidad de adaptarse a un nuevo lugar.
Al
momento de elegirlos, se suele probar su reacción a diferentes estímulos. Por
ejemplo, se hacen diferentes ruidos y se observa la reacción (en ese momento se
dará cuenta de si el cachorro es más valiente o más miedoso).
Durante
los primeros días, no cambiar la alimentación (puede provocarle inconvenientes
digestivos y cambios de metabolismo).
La
elección del sexo es importante. Los machos son, en general, más fuertes de
personalidad pero son más renuentes a la domesticación. Lo contrario a las
hembras.
Los
perros machos marcan su territorio con orina y son difíciles de acostumbrar a
hacer sus necesidades afuera. Las hembras no tienen ese problema pero tienen dos
periodos de celo por año.
Cuando
llega con su cachorro a casa, destínele un lugar propio (que sea cubierto en lo
posible) para descansar. No bañarlo en los primeros 7 días y luego comience a
hacerlo espaciadamente con un shampoo de chicos. La forma de secarlo es con un
secador de pelo o una toalla.
Si
sospecha que tiene fiebre, está agitado o respira entrecortadamente, consulte
al veterinario, pero deberá saber que la temperatura de un cachorro es
normalmente de 38 a 39º tomada en el ano.
Edad |
Pulsaciones |
frecuencia |
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a |
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