La importancia de saber abrir las vías de comunicación
Si se abren las vías de comunicación, aunque más no sea arriesgándose a lastimar algún sentimiento en la pareja en cierto momento, todas las conversaciones dolorosas que se mantendrán podrán tener como resultado una gran vida sexual entre ambos. Herir ciertos sentimientos en algún momento puede ser inevitable, pero bien valdrá la pena esta sinceridad cuando se la juzgue en el largo plazo.
Por cierto que el sexo es un tema que debe ser tomado con seriedad y responsabilidad, pero no con solemnidad o gravedad, pues el sexo debe ser, ante todo, divertido, amoroso y juguetón.
Los tipos y posiciones pueden variar sustancialmente, pues no existe ninguna manera "correcta" "equivocada" de hacerlo, aunque la meta siempre debe ser el placer mutuo, para lo cual primero será necesario el placer propio, sí, pero sin olvidar que exista otra persona a la que es necesario hacer gozar. Si se mantiene la relación sólo para experimentar el propio placer, quizás sería mejor considerar la masturbación.
Los SI y los NO de la comunicación sexual
Como habrá podido observar, es necesario comenzar a entablar una buena comunicación con su pareja, y cuanto antes. Para esto, será necesario poner los temores y los egos a un lado, y comenzar a entablar una buena comunicación, sabiendo no existe nada de malo con tener sexo, como tampoco con hablar sobre ello.
A continuación, le ofrecemos algunas sugerencias para tener en cuenta que es lo que NO debería hacer a la hora de comenzar a hablar de su pareja, si es que nunca lo ha hecho antes y busca propiciar una buena comunicación:
NO
No deje de elegir bien el momento
El momento para comenzar a hablar de sexo no será ni momentos antes, ni durante, ni momentos después de tener la relación sexual, así como tampoco si se está apurado, o se tiene que salir en poco tiempo.
Todos esos momentos pueden ser sin dudas muy problemáticos para comenzar una profunda charla, pues las charlas apresuradas, o en momentos complicados, nunca funcionarán.
El sexo es uno de los temas más complicados para hablar, por parte de una pareja. De hecho, casi siempre se puede hablar abiertamente acerca de los amigos o incluso extraños, pero cuando se trata de hablar el uno sobre el otro, comienzan a poner en juego ciertas emociones que pueden estar ocultas.
Sabemos que el sexo no es un tema fácil para hablar por casi ninguna pareja, pero siempre es necesario ponerlo sobre la mesa, para lo cual será muy importante encintar un tiempo para sentarse y expresar sus sentimientos, desde los menos satisfactorios hasta los más entusiastas.
No adopte un rol acusador
Al efectuar reproches, en donde se le señale a su pareja que no hace lo que usted quiere, que no le gusta su forma de hacerlo, o bien, más directamente, que ya no le satisface, se puede estar siendo extremadamente dañino y haciendo que su pareja se sienta como un/a verdadera imbécil.
De hecho, si se acerca a su pareja de una manera en la cual la haga sentir como si él o ella hayan estado haciendo algo muy malo o muy poco comprometido, lo más seguro será que ellos adopten una posición muy defensiva desde el comienzo, lo cual no ayudará en nada a crear un buen diálogo.
Y, para peor, una vez que se construya una pared en el medio de ambos, será mucho más difícil comenzar a escucharse, lo cual sin dudas afectará a toda la relación.
No deje de hacerle saber el fin de la charla
Si se tiene un verdadero interés en la pareja, y se está dispuesto a trabajar en todas las mejoras que sean necesarias, lo primero que, obviamente, querrá expresar, es justamente todo esto. Luego de hacérselo saber, dígale a su pareja que sólo está buscando experimentar nuevas cosas con él o ella, pues todo lo que quiere es que, juntos puedan enriquecer y hacer más satisfactorias sus vidas.
No a los ultimátum
A nadie le enseñan a tener un buen sexo, y todo se basa sobre supuestos, que no siempre son los más apropiados. Pero esto no tiene nada de malo, pues es la misma experiencia la que irá enseñando haciendo saber cual es la mejor forma, propia, de practicarlo.
El sexo es un juego adulto en el que todo podría ser posible si existe un consentimiento de ambas partes por darse libertad para experimentar. Por el contrario, cuando la pareja está bajo presión para modificar su conducta, lo cual se podría sentir a causa de un ultimátum, sólo se podrán provocar graves daños a la relación.
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