Aplicaciones de las hierbas
La historia de las
hierbas usadas para la alimentación, lo aromático, lo cosmético, lo medicinal o
las tinturas, tiene su origen en China, la India y el Egipto antiguo. Los chinos
y los indios, a partir del tercer siglo A.C., creían que por medio de la
acupuntura, de las hierbas, de los masajes y de las dietas alimenticias, se
podían prevenir las enfermedades.
Los egipcios, usaban las
hierbas para la medicina, los cosméticos, los ungüentos, para cocinar, y, lo más
interesante, para embalsamar.
Hoy en día, una gran
parte de las sustancias medicinales, todavía se derivan de las hierbas.
Las hierbas afectan nuestras vidas de muchas
maneras
Las hierbas medicinales,
que curan nuestro cuerpo.
Las hierbas aromáticas,
que levantan nuestro espíritu gracias a sus fragancias.
Las hierbas comestibles
que "condimentan" nuestra vida.
La mayoría de hierbas
requiere un buen sol para poder crecer. Algunas requieren también de la sombra,
como el bálsamo del limón, la menta y el perejil.
Por lo tanto, las hierbas
necesitan: un suelo bien regado y un ambiente libre de malas hierbas.
El uso preferido para las
hierbas, antes que para las artes, los condimentos y los compuestos aromáticos,
es para la fabricación y para el consumo de los tés de hierba. Los primeros de
ellos fueron utilizados como medicinas, y aún hoy, siguen usándose para la cura.
También, mucha gente elige hoy en día a los tés de hierba como su bebida
predilecta.
Es importante tener precaución al hacer el propio té curativo, ya
que se debe saber con que hierbas se está tratando. Recuerde, algunas hierbas
pueden producir enfermedades y hoy en día se sospecha que algunas son incluso
carcinógenas.
Otras, pueden no ser compatibles con medicamentos que se están
tomando. Por lo tanto, es importante consultar con su médico antes de consumir
cualquier planta medicinal.
Como hacer un buen té de hierba
En primer lugar, hierva
agua fresce. Limpie la tetera con algo del agua. Después, agregue las hierbas
(raíces, semillas, gérmenes, hojas). Tome dos cucharas soperas secas o una
cuchara sopera mojada por cada taza.
Agregue en la tetera el suplemento de
hierbas con estas cucharas, según la cantidad de tazas que vaya a servir. Vierta
dentro de la tetera el agua hirviendo y déjela por cinco minutos. Mantenga la
tetera cerrada para conservar el calor.
El tiempo de mezcla podrá variar,
dependiendo de qué hierbas se han utilizado. Por lo tanto, pruebe el gusto que
tiene el té cada tanto, hasta estar seguro de que le gustará.
Tan pronto como el
té tenga el sabor deseado, filtre las hierbas. Puede servir el té de hierbas con
miel, rebanadas de naranja o limón. Si está haciendo un té frío, haga lo mismo
que le señalamos, pero use tres cucharas de sopa si están mojadas o dos si están
secas.
Puede utilizar como suplemento un hielo para enfriar el té. Puede también
congelar los tés de hierba en bandejas de cubitos de hielo y utilizarlos para
enfriar sus bebidas durante el verano, así como para mantener frías otras
hierbas, como la menta, para luego condimentar sus bebidas.
Pero recuerde, no todas
las hierbas son buenas para hacer té. Algunas pueden no tener un buen sabor, o,
peor aún, pueden enfermarle. Investigue de qué clase de hierba se trata, antes
de cocinar con ella.