Al consultar a aquella
gente que ha pasado la barrera de los cien años, podemos encontrar muchas
personas que dicen haber prestado cierta atención a sus dietas y estilos de
vida, pero también a varios otros que admiten no haberse cuidado nunca, habiendo
comido, bebido, fumado, y llevado un ritmo de lo más ajetreado, durante toda su
vida.
Pero todos concuerdan en
un punto: fueron y son grandes optimistas de la vida. Para lograr esto,
destacan, principalmente, a las buenas compañías, (especialmente su o sus
parejas), el buen humor, y la dedicación a las varias y diferentes tareas
cotidianas que buscaron emprender durante todos sus días.
Por cierto, ya en los
cien años, la situación no es la misma, y si bien algunos continúan fumando y
bebiendo, todos admiten ser más cuidadosos en su estilo de vida. Para eso,
afirman llevar una dieta basada en un plato sustancioso de sopa procesada en la
licuadora y de tortillas de verdura, y nada de tabaco o vino, salvo para las
fiestas o las ocasiones muy especiales (especialmente el champagne).
Llegando a los 100
Como vimos, quienes
deseen cumplir este objetivo, deberán ante todo tener una actitud muy positiva y
relajada frente la vida. Pero no estaría mal acompañarla de los siguientes
hábitos:
-
No abusar del tabaco ni del alcohol
(especialmente del primero, lo ideal sería no fumar).
-
Mantener un peso balanceado, ya que
el sobrepeso puede ser causa la aparición de varias enfermedades,
especialmente los problemas cardiovasculares, de diabetes, y de cáncer.
-
Tratar de no comer mucho. Por
ejemplo, la longeva gente de Okinawa, ingería entre un 10 y un 20 por ciento
menos de calorías diarias, que las que consume un occidental medio. En
estudios llevados a cabo con animales, se ha observado que las dietas de bajas
calorías parecen aumentar la esperanza de vida, y lo mismo sucede con el
consumo de grasas.
-
Comer muchas frutas y verduras.
-
Realizar mucho ejercicio físico. Una
de las actividades más beneficiosas y prácticas para llevarlo a cabo, es subir
escaleras o levantar pequeños pesos, como las bolsas del supermercado, lo cual
contribuyen a frenar la pérdida de masa muscular, algo que suele suceder a
medida que se crece.
-
Relacionarse todo lo posible con la
familia y los amigos, lo cual, se ha comprobado, evita sufrir depresiones, y
sus correspondientes enfermedades asociadas.
-
Mantener una gran actividad mental,
para estimulas la comunicación entre las neuronas, lo cual, se ha comprobado,
está directamente asociado con la longevidad. Para esto, ayuda mucho la
lectura, y la resolución de crucigramas o palabras cruzadas, acertijos,
problemas lógicos, etc.