La pesca, un deporte para todos

Si busca una actividad que lo distraiga y que pueda compartir con hijos o nietos, debería pensar en la pesca. En esta nota, todos los beneficios que brinda, y la forma de comenzar a practicarla.

La pesca es un deporte
que se puede practicar por gente de todas las edades, clases económicas, y
estados físicos. Las causas por las que muchas personas se inclinan a esta
actividad, pueden ser desde conseguir un alimento para una frugal cena, realizar
un deporte, o mantener una ocupación mientras se comparte una cerveza con un
amigo. Pero cualquiera sea la razón, la pesca nos ofrece un gran momento de
esparcimiento y relajación.  

Uno de las varias razones
que hacen de la pesca un deporte tan interesante y popular, es que el mismo
brinda la posibilidad de ser practicado por gente sin ninguna habilidad
especial. En efecto, no es necesario ser un instructor de pesca profesional para
lanzarse a su práctica y pasarla bien.

 Muchos padres
experimentados en la pesca, llevan a sus hijos a comenzar su práctica, y resulta
ser que, muchas veces, son justamente estos niños quienes más peces pescan. Y es
que mucho más que la habilidad, es la suerte lo que más ayuda a los pescadores,
lo cual permite que todos puedan iniciarse en este deporte sin temor a “hacer el
ridículo”.

 De hecho, es posible que,
literalmente, no sepa nada acerca de los peces, -como sus hábitos de
alimentación, la manera en que ellos reaccionan a la presión del agua, etc.-,
para poder pescar algún ejemplar. Bastará con tener una buena caña, hilo y
carnada, y podrá hacerse de un pesado y gran ejemplar.

 Por eso, este deporte es
también ideal para practicarlo con los con sus hijos o nietos, ya que no
requiere de un avanzado grado de conocimientos en biología marina para poder ser
realizado con éxito.

 Por supuesto, también se
pueden ir ganando ciertos secretos, técnicas y habilidades, que con el tiempo le
animarán a desafiar a los ríos o lagos más complejos, pero con mejores
ejemplares. Siempre habrá un pez más grande en los alrededores más lejanos y
difíciles de llegar, esperando a aquellos pescadores que buscan nuevas metas en
sus prácticas.

 Por otro lado, no es
necesario poseer un físico atlético y de primer nivel. De hecho, la pesca no
requiere más que sentarse en el césped o en un barco y tirar una línea. Aún en
las circunstancias más “arduas”, donde el río en el que se pesca tiene fuertes
corrientes, debe saber que no se requiere de un físico asombroso para poder
sacar al pez del agua. Sólo necesita ser capaz de poder caminar alrededor del
río, o bien sobre el barco en el que lo navega, o bien por sus orillas. Y si no
puede caminar, siempre está la alternativa del lago.

 

Otra de las grandes
ventajas de este fabuloso deporte, es que puede llegar a ser muy económico. Si
se posee dinero, se puede viajar a los más maravillosos lugares, como los lagos
del sur argentino, y contemplar su esplendida belleza, mientras espera que una
“Trucha” muerda el anzuelo.

 Pero si sus finanzas
están algo bajas, también puede dirigirse a un hipermercado y comprar un combo
de caña de pescar, hilo, y chaqueta con varios bolsillos, por no más de quince
dólares. Luego, tomar su auto, comprar unos gusanos, y parar debajo del puente
de una carretera para comenzar la práctica.

 Para quienes tiene el
dinero y la posibilidad de gastarlo, siempre habrá mejores y más nuevos
engranajes, hilos, cañas, chaquetas, y lugares para pescar. Incluso, existen
coleccionistas que jamás usan sus equipos, sino que solo compran cañas y
carretes antiguos a precios increíblemente altos, sólo para ponerlas en
exhibición o como inversión.

 Del otro lado, están
quienes son fieles a sus antiguos equipos, que tanta satisfacción les han
causado. Con algunas pocas y económicas renovaciones, los mismos servirán para
toda una vida de pesca. Y con el tiempo, seguramente, las reservas del equipo
crecerán, y las cajas se llenarán de accesorios muy útiles (y otros no tantos),
que compondrán un equipo más que completo, que podrá durar para siempre.

 Para aquellos que recién
comienzan y no tienen grandes ambiciones, los costos son realmente muy
económicos. Con sólo quince dólares se pueden encontrar combos de cañas, hilos,
y carretes, que si bien no son de lo mejor, son útiles sin mayores problemas
parea hacer un buen trabajo en lagunas simples.

 Más adelante, con otros
quince o veinte dólares, se podrá comprar el cebo y los ganchos que se
necesitarán para una temporada entera, en algún río más complejo. Y si se desea
pescar en áreas especiales, es posible que se deba comprar una licencia
pesquera. El precio de la misma variará dependiendo de donde se desee realizar
la pesca.  

Una última razón posible
para comenzar a practicar la pesca, podría ser la ubicación de los lugares donde
se pesca. Para ir de pesca, obviamente, se debe ir a donde haya peces. Y esto
resulta ser generalmente en algunos de los lugares más magníficos que hay en el
mundo, como el sur argentino. Estos mares, ríos, lagos y lagunas, no sólo
proporcionan entretenimiento, sino también belleza y paz.

 Un calmo día de pesca en
algún lago rodeado de montañas, o a orillas de un mar con sierras y palmeras en
sus alrededores, puede ser la mejor terapia que necesiten nuestros cansados
cuerpos y mentes, luego de una dura semana de trabajo, sentados en una silla
mirando solo el monitor de la computadora, durante todo el día.

 Terapia de relajación,
innecesidad de contar con mucha experiencia o un gran estado físico, economía, y
la posibilidad de disfrutarla junto a los hijos o nietos. Por cualquiera de
estas razones, o todas ellas, nadie debería privarse de gozar de este perfecto
deporte. Tome su caña y su auto, y parta ya mismo hacia las afueras de su
ciudad. No se arrepentirá.