Cómo prevenir lesiones al hacer deportes y ejercicios físicos

La mayoría de las lesiones ocurridas durante la práctica de la actividad física son prevenibles. Le mostramos cómo evitarlas.


Como ya he manifestado en varios artículos, el ejercicio físico mejora la
calidad de vida, previniendo numerosas enfermedades tales como pueden ser
infartos, hipertensión, diabetes, artritis, osteoporosis, obesidad, depresión
etc.


Para ello es necesario realizar diariamente actividad física, ahora el
sentido común nos indica que si realizando ejercicio experimentamos lesiones,
estaremos inhabilitados para
hacer
ejercicio y si ello ocurriera volvemos al comienzo nuestro objetivo, “mejorar
nuestra calidad de vida“.


Esta es la razón por la cual insisto en la prestar muchísima atención a la
Prevención de Lesiones durante el ejercicio.

Lo
primero a tener en cuenta es realizar una buena calistenia o entrada en calor,
esta etapa no debe ser salteada bajo ningún punto de vista ya que es la causa Nº
1 de lesiones

La
entrada en calor produce los siguientes beneficios


  • Aumenta la temperatura corporal


  • Favorece la irrigación sanguínea


  • Aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria


  • Disminuye la viscosidad muscular (rozamiento)


  • Aumenta la propiedad elástica de los músculos, tendones y ligamentos


  • Mejor la transmisión de los impulsos nerviosos


  • Prepara los músculos para el esfuerzo evitando posibles lesiones tales como
    distensiones, desgarros, calambres, esguinces etc.

Desde el punto de vista fisiológico, el corazón de
un individuo promedio suele bombear unos 5 litros de sangre por minuto (l/min),
de los cuales el 20% es enviado hacia los músculos, el 14% al cerebro, el 27% al
hígado, el 22% a los riñones, y el resto hacia otros órganos del cuerpo.

Ahora
bien, cuando el individuo realiza ejercicios a intensidades altas, su corazón
puede bombear 25 l/min, y la distribución de la sangre cambia notablemente, ya
que los músculos pueden llegar a utilizar el 84 % de la sangre bombeada por el
corazón, es lógico deducir los inconvenientes que puede ocasionar al sistema
cardiovascular el realizar esfuerzos intensos sin una previa adaptación.

Lo
más recomendable es realizar al menos 15 minutos de ejercicio aeróbico por
ejemplo correr, bicicleta, remo, escalador etc a un ritmo o intensidad baja o
moderada.


Luego es aconsejable realizar al menos 10 minutos de flexibilidad para estirar
los músculos y prepáralos para el ejercicio intenso, una vez concluido esta
entrada en calor ya estaremos en condiciones de realizar ejercicio a
intensidades más altas, ya sea para jugar un partido de fútbol, tenis, o
cualquier otro tipo de actividad física.


Aumente la intensidad del
ejercicio lentamente

Es
importante ir aumentando las cargas de trabajo en forma lenta y paulatina para
evitar lesiones y para que el organismo se vaya adaptando a las mismas, se
recomienda no aumentar dichas cargas en más de un 10 % por semana


Recuerde que lo más importante no es lo rápido que usted corre sino la cantidad
de metros que recorre.


No entrene con Dolor

El
dolor es una aviso del organismo, cuando este aparece nuestro cuerpo nos está
indicando que debemos detenernos, y si este no cesa acudir a nuestro medico,
recuerde que es de suma importancia el chequeo medico durante la práctica
deportiva, debemos distinguir entre el dolor y el cansancio muscular y/o
agujetas.


Esa diferencia la irá aprendiendo en forma empírica a través de la experiencia
durante los entrenamientos


Vuelta a la Calma


Así como el cuerpo necesita una entrada en calor antes de realizar esfuerzos
intensos para adaptar al organismo a las cargas de trabajo, también es necesario
una vuelta a la calma luego del entrenamiento, no es bueno para el organismo y
sobre todo para nuestro sistema cardiovascular detenernos bruscamente luego de
un esfuerzo intenso ya que nuestro corazón pasaría de una alta frecuencia
cardiaca a una frecuencia cardiaca baja de repente lo que podría ocasionar
algunas alteraciones cardiacas, es común que cuando ocurre esto puede ocurrir
algunos mareos y hasta desmayos.


Por lo tanto lo que deberíamos hacer es ir reduciendo la intensidad del
ejercicio en forma paulatina y terminar caminando unos cientos de metros antes
de detenernos y/o sentarnos.


Durante esté período de vuelta a la calma sería importante realizar unos minutos
de estiramiento para finalizar la sesión de entrenamiento favoreciendo la
relajación de los músculos.


Fuente:
Portal Fitness

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