Verificar
que el asiento del acompañante esté tirado hacia adelante para que nadie pueda
subirse y sentarse en él, que las puertas estén trabadas y que la licencia esté
a la vista, son algunas de las recomendaciones que la Policía hace para evitar
los asaltos en taxis.
La
modalidad de asalto en los taxis es una forma de delito que tiene una larga
historia en la Argentina. La actuación de las mafias
de los taxis se remonta, por lo menos, a 1986. Desde entonces se han registrado
asaltos a pasajeros con la complicidad de los chóferes.
En
Capital, las zonas del microcentro, por la gran cantidad de bancos que hay allí;
el puerto; Recoleta y Retiro se convirtieron en el campo de acción de los
asaltantes y sus cómplices. La modalidad es sencilla: ya con el pasajero a
bordo, el chofer para en una esquina para que suban uno o más cómplices.
El
pasajero se ve rodeado y muchas veces es obligado a bajar en un cajero automático
para vaciar su cuenta. Otras veces, el cómplice se acurruca frente al asiento
del acompañante y sorprende al pasajero una vez iniciado el viaje.
Otra
forma de prevención en estos casos es no tomar nunca el primer taxi que pasa al
salir de un banco.
El
ultimo caso conocido se dio el martes 30 de enero cuando Daniel Dessio,
productor de televisión de 54 años, paró un coche para hacer un viaje desde
la plaza San Martín —en el barrio de Retiro— y terminó asaltado y con
varias heridas en distintas partes del cuerpo.
La Policía lo encontró 40
minutos más tarde en una esquina del partido bonaerense de Vicente López,
tirado en el piso, casi inconsciente.
Dessio
había salido de un restaurante en Reconquista y Marcelo T. de Alvear, adonde
había almorzado con su socio. Y ahí mismo paró un taxi marca Peugeot, cien
metros después de empezado el viaje, dos hombres se subieron al auto uno de
cada lado. El chofer justo había parado en un semáforo.
Hay
miles de casos de este tipo, algunos mas famosos que otros: En marzo de 1998 el
diplomático uruguayo Víctor Vaillán tomó un taxi en Puerto Madero. En el
camino fue asaltado por dos cómplices del taxista que se subieron al auto y le
sacaron 270 pesos.
En
abril de 1999 el diplomático taiwanés Rafael Lin fue asaltado y golpeado
brutalmente por un taxista y otros dos hombres; el funcionario turco del Banco
Mundial, Bekir Onursal, subió a un taxi en la zona de Retiro, luego fue
asaltado y golpeado. Onursal sufrió la fisura de dos costillas y varios golpes
en la cara.
A
mediados de enero de este año, trece personas fueron procesadas acusadas de
integrar una "mafia de los taxis" que operaba en el Aeroparque y que
tendría relación con algunos de estos casos.
Entre ellas, hay un suboficial de
la Policía Aeronáutica que, según los investigadores, protegía al resto de
la banda y los alertaba cuando se preparaban operativos de control.
La
banda había caído el 27 de diciembre de 2000 cuando quiso agredir a un policía
de civil creyendo que era un taxista que quería levantar pasajeros.