La obesidad severa es una condición crónica que es verdaderamente muy difícil de tratar.
Para algunas personas, la cirugía destinada a provocar la pérdida de peso —al restringir la ingestión de alimentos o al interrumpir los procesos digestivos— es una opción a considerar.
No obstante, es necesario tener en cuenta que este tipo de cirugía es una empresa delicada. Antes de tomar una decisión, deberías entender todos los pros y las contras relacionados al procedimiento.
Aquí van las preguntas frecuentes que te ayudarán a hacerte una idea.
¿Cómo trabaja el proceso digestivo?
Normalmente, a medida que el alimento avanza a través del tracto digestivo, los jugos gástricos y las enzimas se presentan en el lugar y el momento justos para digerir y absorber calorías y nutrientes.
Después que masticamos y salivamos nuestra comida, éste se mueve hacia el esófago y luego hacia el estómago, donde un poderoso ácido continúa el proceso digestivo.
El estómago puede retener aproximadamente 1400 gramos de comida en un mismo momento. Cuando los contenidos del estomago se mueven al duodeno, el primer segmento del intestino delgado, la bilis y los jugos pancreáticos aceleran la digestión.
La mayoría del hierro y el calcio de los alimentos son absorbidos por el duodeno. El yeyuno y el íleon, los dos segmentos restantes de los aproximadamente 20 metros de intestino delgado, completan la absorción de casi todas las calorías y nutrientes.
Las partículas de alimentos que no pueden ser digeridas en el intestino delgado son almacenadas en el intestino grueso —que se compone de colon ascendente, colon transversal, colon descendente, colon sigmoides, y recto— hasta ser eliminadas.
La cirugía de la obesidad involucra cambios en el estómago y/o en el intestino delgado.
¿Cómo se produce la pérdida de peso con la cirugía para la obesidad ?
El concepto de la cirugía gástrica para controlar la obesidad nace a raíz de las operaciones contra el cáncer o úlceras severas que requerían de la remoción de grandes partes del estómago o del intestino delgado.
Dado que los pacientes sometidos a estas operaciones solían perder peso después de la cirugía, algunos doctores comenzaron a usarlas para tratar la obesidad severa.
La primera operación usada ampliamente contra la obesidad severa fue un tipo de by pass gástrico. Esa operación, efectuada por primera vez hace 40 años, ocasiona la pérdida de peso a partir de la malabsorción (habilidad disminuida de absorber los nutrientes de la comida porque los intestinos son removidos o pasados por alto).
La idea era que los pacientes pudieran comer grandes cantidades de comida, las que serían pobremente digeridas o transportadas demasiado rápido a través del cuerpo como para que éste pudiera absorber muchas calorías.
El problema con esta cirugía es que generaba una pérdida de nutrientes esenciales —mala nutrición—, y los efectos colaterales eran impredecibles e, incluso, fatales. La forma original del by pass ya no se utiliza.
En la actualidad, los cirujanos usan otras técnicas que producen pérdida de peso, en primer lugar, limitando la cantidad de alimento que el estómago puede contener.
Los dos tipos de cirugía empleados para ocasionar el descenso de peso son:
· Cirugía restrictiva: durante estos procedimientos, el estómago es achicado. Una parte de nuestro estómago es removida o cerrada, lo que limita la cantidad de alimento que podemos ingerir y genera una sensación de saciedad.
· Cirugía malabsortiva: la mayor parte de la digestión y absorción tiene lugar en el intestino delgado. Esta cirugía acorta la longitud del intestino delgado y/o cambia el lugar en donde éste se conecta al estómago, limitando la cantidad de alimento que es digerido o absorbido completamente —generando malabsorción—. Esta cirugía suele ser efectuada junto a la restrictiva.
A través de la restricción de la ingesta de alimentos, la malabsorción o una combinación de ambas, puedes perder peso ya que la cantidad de comida que llegue a tu estómago o pase por tu intestino será menor —y, en consecuencia, menos será digerido y absorbido—.
En cualquier caso, como decíamos en el primer párrafo, la cirugía de pérdida de peso es una empresa delicada. Antes de tomar una decisión, habla con tu doctor sobre los siguientes riesgos y beneficios.