Masajes. Un clásico. Se puede
realizar según la inspiración que se sienta en ese momento.
Pellizco. Otro clásico. Utilice
el pulgar junto con el índice y el dedo medio para hacer dobleces en la piel.
Al contrario de lo que uno podría pensar, este tipo de caricia, si se realiza
correctamente y con amor, puede producir mucho placer, y nada de dolor.
Pellizco con el pulgar.
Utilice el pulgar y los otros cuatro dedos para obtener una doblez más grande
en la piel. Tenga en cuenta sin embargo, que este tipo de estímulo debe ser
intenso pero no doloroso.
El pellizco con torsión.
Con los dedos, suavemente, y tuerza la doblez de la piel.
Pluma. Erotice con las puntas
de los dedos, que deben estar muy relajadas, y presionar suave y
discontinuamente.
Pulido. Con los dedos, en
posición horizontal, pula la superficie de la piel con un suave movimiento de
sus puntas.
Pulido transversal y circular.
Lo mismo que lo expresado anteriormente, pero moviendo el dedo de forma
transversal y circular.
Trazo de Lápiz. Se realiza
arrastrando por todo el cuerpo el dedo índice o el medio, que se también se
denomina dedo del amor, pues es muy hábil para este tipo de caricia. Con la
precisión del lápiz y la claridad de una pluma, el dedo erotiza todo el
cuerpo.
Cosquilleando. Los estímulos
se centran principalmente en las zonas erógenas, especialmente en la parte
interior del codo y la parte interior del muslo.
Caricias con los dedos.
La técnica es parecida a la caricia del trazo de lápiz caricia, pero en este
caso los dedos se mueven hacia arriba y hacia abajo rítmica e
intermitentemente.
Caricias con los besos.
Lo mismo que el punto anterior, pero con los labios.
La caminata de gorrión.
Erotiza la piel utilizando los dedos como un cepillo, levantándolos rítmicamente.
La caminata del japonés.
Parecido a la caricia del trazo de lápiz, pero con los dedos aplicando más
presión.
Con las uñas. Igual que otros
movimientos de caricias mostrados anteriormente, pero con las uñas. Es muy
erotizante, aunque puede dejar leves marcas. La uña actúa como un dedo, pero
cambiando la forma y la anatomía, para poder trazar líneas imaginarias más
exactas.
Toque intermitente.
Lo mismo que arriba, pero con una presión intermitente de la uña.
Tocando música. Se realiza como
si estuviera tocando un teclado de piano.
Martilleo leve. Se realiza
sobre los brazos y las caderas.
La cachetadita. Se realiza en
los muslos y el pecho, aunque esta expresión del cariño no es compartida por
todos. Los orientales la utilizaban mucho, extendiéndola a todo el cuerpo.
Las vías. Con dos dedos,
acaricie continua o alternativamente la superficie de la piel, formando siempre
dos líneas paralelas imaginarias.
Las herraduras. Se puede
provocar una emoción muy agradable formando áreas circulares,
para lo cual se pueden utilizar dos dedos en forma de una herradura.
Deslizando el anillo.
Debe marcar los límites de una forma circular, en un área de la piel, formando
un anillo con los dedos, para luego comenzar a deslizar la mano.
Apretando el anillo.
Lo mismo que arriba, pero con más presión, tornando a la piel levemente roja.
Tapado. La palma de la mano
cierra o cubre un hombro, una cadera, un seno, una rodilla, etcétera.
Peine. Una discreta emoción
utilizando los cuatro dedos en forma de peine.
Detrás de la mano y los dedos.
Podría acariciar también con la parte posterior de la mano y de los dedos,
para causar una fricción suave con las puntas de las uñas. No hay nada más íntimo
para dos personas que se aman que las marcas de uñas y mordeduras.
La almohadilla del pavo real.
Aplique suavemente la uña del pulgar en un seno, y las uñas de de los otros
cuatro dedos sobre el otro seno.
Rasguño. Los uñas se mueven
sobre la piel de su pareja, como si ellas fuesen rastrillo. La presión debe ser
ligera, pero suficiente como para dejar una marca.
Raspando. Es un rasguño más
profundo, que torna la piel levemente roja. Tenga en cuenta que esta caricia
debería ser utilizada como una
prueba de amor, sin ningún tipo de violencia.
Uñas solas. Es una presión inmóvil
de la uña. Cuándo se hace fuerte, sale una marca en la piel. Ciertas mujeres
lo desean instintivamente en los momentos de máximo placer.
El rasguño de uña.
Profundamente, rasguñe los senos, la espalda, el pecho y el estomago, con las uñas
de los tres principales dedos.
El cepillo. Erotice y estremezca
la piel de su amante con cuatro dedos. Suavemente, deslícelos como si ellos
fueran un suave cepillo
El rasguño de tigre.
Trace con las uñas un circulo grande, y muévalo imaginariamente sobre el pecho
de su pareja.