Muchos hombres
dicen no ser capaces de encontrarlo, mientras que muchas mujeres se lamentan que
sus perezosos amantes no pasen suficiente tiempo ocupándose de él. También
llamado el botón del amor, la orquídea, la flor de la pasión, el pequeño
brote de amor, el pequeño teléfono rosa, señorita hormigueo, Mini Mí, zona
cero, pequeña perla rosa, o rubí, el clítoris es la parte más importantes de
la anatomía sexual de la mujer, por lo que tanto para hombre como mujeres, no
tener suficiente información sobre el mismo no es lo más aconsejable.
Anatomía
Según afirman
los sexólogos, la mayoría de los hombres jóvenes no saben correctamente en
que lugar de la vagina se encuentra el clítoris. Si bien es cierto que en la
adultez esta ignorancia decrece, no sería malo que las mujeres les enseñen a
sus parejas el lugar especifico donde se encuentra (o que los hombres mismos
pregunten), solo por las dudas.
El clítoris se
encuentra escondido debajo de la capucha clitoridea, dónde se unen los extremos
superiores de ambos labios, justo encima de la uretra.
Como si fuese
un pene en miniatura, se compone de una punta redondeada (el glande), conectado a una parte más larga, el cuerpo, que —a
diferencia del pene—es del tamaño del dedo meñique.
El cuerpo del
clítoris se divide en dos brazos que se extienden hacia atrás dentro del
cuerpo de la mujer, bajo la piel. Los nervios controlan las contracciones de los
músculos clítorideos, y a los costados de las paredes de la vagina, la vesícula
y la uretra, haciendo pasar las sensaciones producidas en cualquier parte de la
región.
Generalmente, sólo
es visible el glande del clítoris,
pues los labios menores, es decir
los labios protectores que cubren la vagina, se encuentran sobre el túnel del
clítoris y forman una especie de capucha.
También al
igual que el pene, tanto el glande
como el cuerpo del clítoris contienen un tejido esponjoso y eréctil que se
llena con sangre durante la excitación, causando que el clítoris casi duplique
su tamaño. Sin embargo, no existe ninguna evidencia de que un clítoris más
grande signifique una excitación sexual más intensa, por lo que no hay ninguna
necesidad de tener como ideal un clítoris gigantesco.
Mientras que
las terminaciones nerviosas del clítoris hacen que este órgano sea sumamente
sensible a cualquier clase de toque o presión, la estimulación en los senos de
la mujer, la estimulación mental y en diversas zonas erógenas, puede causar
que el clítoris, los labios y el área circundante puedan hincharse de sangre,
al igual que sucede con el pene cuando este entra en erección.
Cuando una
mujer continúa excitándose, el clítoris llega a ser menos visible ya que los
tejidos en la “capucha” clitoridea se hinchan, cubriendo al clítoris y
protegiéndolo del contacto directo, que podría ser demasiado intenso para
muchas mujeres.
Después que
haya llegado el orgasmo, o bien después de que cese el estímulo, la sangre
drena fuera del área clitoridea y este último vuelve a su tamaño normal.
Algunas mujeres dicen que si llegan a estar muy excitadas pero no experimentan
un orgasmo, su clítoris permanece hinchado, causándoles molestias o irritación.
Conociendo las funciones
del clítoris
Afortunadamente,
el clítoris no sirve para ningún otro propósito que no sea proporcionarles a
sus dueñas placer sexual. De hecho, no tiene nada que ver con la reproducción,
la menstruación o con la orina. Por eso, las mujeres deberían considerar
especialmente que el clítoris es el único órgano existente en el ser humano
que esta dispuesto única y exclusivamente para los propósitos de placer.
Cuidados
1.
El auto-examen de vulva
La mayoría de
las mujeres saben que es fundamental realizarse exámenes regulares de senos,
pero lo que no se dan cuanta a menudo, es que también deben examinar sus
vulvas. Hacerlo es sencillo: después del baño, se deben sentar en el borde de
la cama o en la bañera y utilizar un espejo para examinar la vagina. Se debe
estar muy atenta si existen tonos muy rojizos, erupciones, granos, ampollas,
llagas o verrugas genitales. Se debe examinar a través del vello púbico
primero, y luego abrir los labios exteriores de la vagina y controlar la capucha
del clítoris.
Es importante
también observar al mismo clítoris detenidamente, levantando la capucha, así
como examinar los labios interiores por todos lados, y luego verificar el área
que se encuentra alrededor de su canal urinario y vaginal, manteniéndolos
abiertos.
Controle si
existe flujo desacostumbrado en la vagina. Nuevamente, al igual que los exámenes
regulares de seno, la medida más efectiva para discernir entre
“excepcional” o “normal” será determinada por usted misma,
para lo cual incidirá la frecuencia con que se examine. Si advierte algo extraño
o desconcertante, consulta su médico inmediatamente, pues ningún pudor debe
existir a la hora de su seguridad.
2.
Mantenido una buena higiene
El esmegma
no es un mito, sino que de hecho es una sustancia que puede ser nociva, por lo
que para mantener la buena salud vaginal, es necesario evitar que se forme una
acumulación de la misma.
Las glándulas
de la superficie interior de la capucha clitoridea secretan una sustancia sebácea,
oleosa, que lubrica el glande del clítoris. Esta secreción se convierte en esmegama,
un fluido blanco y espeso. Si no se lava de forma regular, se puede acumular y
secar, formando duras bolitas pequeñas debajo de la capucha clitoridea. Como
resultado, se puede experimentar una irritación que puede ser dolorosa y podría
causar que se formen adhesiones entre el glande
y la capucha. Prevenir estas adhesiones es muy sencillo, pues sólo debe
mantener limpio el interior de su vagina.
Problemas
Dolores
en el Clítoris
Como resultando
de varias causas, incluyendo una patología
llamada “liquen escleroso”, las heridas por vibradores, los daños en
los nervios, o por ser excesivamente vigorosa en la masturbación, el dolor
clitorideo puede llevar a una gran hipersensibilidad, al punto tal de sentir
dolor cuando el clítoris es tocado o estimulado. Algunas mujeres señalaron que
una infección por hongos puede tener como resultado dolor en el clítoris,
mientras que otras experimentan un el dolor después de hacer ejercicio o
actividad física.
De todas
formas, a pesar del dolor, todavía se puede ser capaz de tener relaciones o
lograr un orgasmo, pero se puede experimentar un inusual nivel de molestias, o
una incómoda sensación de intensidad. Lo mejor que podría hacer en estos
casos, es consultar con su médico, sobre todo si estos síntoma persistes por más
de un día.
Placer
1.
¿Clítoris o vagina?
Sigmund Freud
señaló en sus obras completas que las mujeres “inmaduras” tienen
orgasmos clitorideos, mientras que las “maduras” tienen orgasmos
vaginales, sugiriendo que a medida que ellas crecen, deben aprender cómo
llegara a gozar en las relaciones, antes que utilizar el método más “fácil”
del estímulo clitorideo.
Esto está en
disputa, al igual que muchas teorías freudianas, pues muchos expertos señalan
que se puede tener cualquier clase de orgasmo, y que de hecho no existe uno
inmaduro o malo. Por otro lado, algunas mujeres señalan que sólo son capaces
de tener orgasmos mediante estímulos en el clítoris.
Lo importante,
en todo caso, es gozar de cualquier clase de orgasmo que se tenga, y no
preocuparse tanto por lo que hace o no hará el cuerpo. Siempre puede ser bueno
experimentar diferentes formas de estímulo, pero demasiadas expectativas en uno
u otro orden podrían traer sólo frustraciones.
2.
Masturbación
La masturbación
es sana, normal y virtualmente necesaria para una buena salud sexual, y mental.
A causa de la gran cantidad de terminaciones nerviosas alrededor del clítoris,
la mayoría de las mujeres se centran en este órgano para frotarse, realizando
diminutos movimientos circulares para llegar al clímax y al orgasmo.
Los vibradores
pueden ser una manera de mejorar la masturbación clitoridea, aunque algunas
mujeres que tienen clítoris extremadamente sensibles sienten que el estímulo
directo es demasiado intenso, por lo que prefieren utilizar consoladores
vaginal, u otros tipos de vibradores para masturbarse.
Pero poco
importa la metodología que se utilice, pues si las hacen gozar y sentir bien,
quiere decir que se estará eligiendo la correcta.
3.
Estimulación oral de la vulva o el clítoris
Muchas mujeres
aman la estimulación oral de los sus genitales. De hecho, algunas mujeres juran
que ellas podrían lograr un orgasmo solo mediante la estimulación oral de su
vulva o clítoris. En cualquier caso, de debe saber que la estimulación oral de
la vulva o el clítoris lleva tiempo, paciencia y habilidad. Afortunadamente, es
posible que todo esto último sea aprendido por la pareja.
4.
Durante la relación
Se sabe que
muchas mujeres no pueden llegar al orgasmo mediante la penetración, a menos que
la misma se combine con un estímulo directo del clítoris. Esto no debería ser
un gran problema, sobre todo sabiendo que no existen razones para que una mujer
no pueda estimularse durante la relación sexual. Y si se tiene una pareja
considerada, esta podrían hacer la estimulación en su lugar.
Lo ideal sería,
igualmente, experimentar diferentes posiciones y accesorios, como vibradores,
hasta que se pueda encontrar una que brinde estímulo clitorideo directo, o bien
por fricción o bien dejando suficiente espacio para que la pareja pueda tocar fácilmente
su clítoris.