Flacidez: piérdele el miedo

masmusculo

Representa un síntoma que delata el envejecimiento cutáneo. A la larga, este fenómeno natural es más temido que las arrugas.


 

 

 

 

 

 

"Tengo todo
blandito"

La
piel dispone de sus propios
tensores naturales, llamados fibroblastos, que son células
encargadas de producir el
colágeno
y la elastina.

Con
el paso del tiempo, estas células disminuyen su actividad y empiezan a
reaccionar negativamente ante cualquier problema añadido, desde el nerviosismo
y los cambios bruscos de peso, así como también frente a todos los problemas
de nuestro entorno.

Las zonas "rojas"

Entonces,
el óvalo facial empieza a perder definición, especialmente en la zona ocular,
alrededor de la boca, en los pómulos, cuello y mentón, donde la piel está
peor preparada para sostenerse por sus propias fuerzas.

Una
posible solución, para cuando llegue este momento, es buscar un buen
reafirmante (de ser posible, recomendado por tu esteticista de confianza) antes
de que sea demasiado tarde y no tengamos otra salida que una cirugía plástica.

Las primeras víctimas

Es
absolutamente necesario que sepas que el cuello y los párpados
serán los primeros en caer vencidos ante la
flaccidez cutánea.

Esto
tiene una explicación lógica: es una parte de nuestro rostro que carece de
soporte óseo, casi no tiene músculo y su piel es más fina que el resto.

Consejos

Antes de acostarte, hazte una limpieza profunda de
cutis, asegurándote de que no quede ningún resto de maquillaje.


Evita, en lo posible, trasnochar demasiado

Duerme al menos ocho horas diarias, con
una almohada adecuada (no muy alta, para eliminar la llamada
"papada").

Toma suficiente agua y jugos naturales.

Haz gimnasia facial. Una buena técnica es pronunciar
exageradamente las vocales (AEIOU-AEIOU-AEIOU). Otra: levanta la barbilla,
forzando un poco el cuello.

Fuente:
www.mujerbonita.com/ve
(Periódico Atelier Marzo 2000)