Entre los
sentidos de los perros el más importante es el olfato. Con éste pueden
orientarse, comunicarse y hasta reconocer objetos y personas con una precisión
exacta.
El olfato
está muy desarrollado en los perros (el otro sentido muy agudo es el oído). Por
esto muchas veces se utiliza a los canes para tareas como encontrar personas.
Por ejemplo
los perro San Bernardo son utilizados para encontrar gente perdida en la nieve.
También existen los perros socorristas que ubican a las víctimas de los
terremotos debajo de los escombros. Hasta la policía tiene una división perros
para buscar drogas y otras sustancias prohibidas.
Pero ¿a qué
se debe esta gran capacidad?
Entre otras
razones, la mucosa del hocico de un perro es mucho más extensa que la de otros
mamíferos. Además cuentan con una sensible mucosa respiratoria que favorece a la
recepción de estímulos olorosos.
Las pequeñas
partículas de diferente peso, que son poco solubles en el agua, son lo que
estimula el olfato de los canes. Esta diferencia de peso hace que el perro siga
rastros con su hocico pegado al suelo o siguiendo el olor aéreo.
Por eso es
que los perros distinguen objetos o personas con el olfato más que con la vista.
Distinguen al amo por su olor antes que por su vestimenta.
También el
olfato prevalece sobre el gusto. Es por eso que los que fabrican alimentos
balanceados prestan mucha atención en esto y tratan de que la comida además de
ser nutritiva tenga aromas satisfactorios para el animal.
Respecto del
instinto sexual, los estímulos olorosos despedidos por la hembra son los que
encienden el despertar sexual del macho en la época del celo.
Para
finalizar podemos afirmar que la forma en que marcan territorio es dejando
huellas olorosas que los demás perros pueden distinguir.
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