Generalmente
cuando uno entra a una empresa para trabajar existen ciertas actitudes y
acciones que pueden llegar a irritar a las compañías.
Estas reglas
no se registran en ningún contrato ni en ningún documento, sin embargo acatarlas
es una de las principales responsabilidades de los empleados.
Las reglas
no escritas de cada empresa
Por lo
general son pautas éticas y cuando no se cumplen pueden producir desde sanciones
menores hasta despidos.
Algunas de
estas pautas pueden ser: llegadas tarde, irse del trabajo apenas se cumple el
horario, faltas sin justificativo, la vestimenta descuidada, etc. Muchas de
estas faltas son consideradas por la empresa como una falta de compromiso.
Esto también
depende de cada empresa y de cómo se manejan con sus empleados.
Igualmente
las faltas mencionadas arriba son menores al lado de las más graves como por
ejemplo robar información o recursos de la empresa, agredir o discriminar a un
compañero, son acciones que hasta pueden llegar a generar causas judiciales.
Pero lo más
doloroso para una empresa es la traición, ya sea por una ruptura del pacto de
confidencialidad como por la venta de información a la competencia. Estas cosas
sí que no se perdonan.
Otra actitud
mal vista es la poca predisposición y no estar disponible si la empresa lo
requiere. Más allá de que no se lo sancione, esto puede provocarle al empleado
un estancamiento en su puesto y pocas posibilidades de progresar dentro de la
empresa.
Otra cosa que
modificó la relación entre empresa y empleado fue la aparición de Internet. Si
se la utiliza indiscriminadamente para tareas que nada tengan que ver con la
empresa(como navegar o chatear) puede generar una sanción.
Lo mismo pasa
con el uso del teléfono para uso personal, el fax y la fotocopiadora.
Muchas
empresas cuentan con un monitoreo sobre las páginas web que visitan sus
empleados y sobre los mails enviados.
Entre todas
las sanciones que se pueden recibir la más dolorosa sin lugar a dudas es la que
se aplica a nivel corporativo ya que se le pueden cerrar muchas puertas. Muchas
veces existen pactos entre empresas que se informan sobre los empleados
desleales y avisan que no es conveniente contratarlos por sus transgresiones.
Esto genera que se cierren muchas puertas de otras empresas.
Muchas de
estas cosas se pueden saber a la hora de pedir referencias de un empleado, si se
fue mal de una empresa seguramente ésta no lo recomendará para el nuevo puesto.
¿Cómo poner fin a esto?
Lo mejor es
establecer un código de ética profesional entre la empresa y el empleado. Por
eso los usos y costumbres de la empresa deben estar especificados por escrito
así tanto la empresa como el empleado saben a las condiciones laborales a las
que se están enfrentando. De esta manera se pueden minimizar ese tipo de
acciones consideradas desleales.
¿Y los empleados qué?
También
muchas veces se da el método inverso, es decir lo que los empleados no le
perdonan a una empresa.
Entre otros se pueden destacar:
·
El
trabajo en negro o la falta de pago de horas extras es el principal. Muchos lo consideran como una falta de
compromiso de la empresa hacia ellos.
·
Otro
es el control y monitoreo constante de sus acciones, ya que consideran que
escuchar conversaciones telefónicas o ver las páginas web visitadas en Internet
son una violación a la privacidad.
·
También ser separados de acciones de capacitación, la falta de comunicación o
que no se los consulte ante una decisión empresarial, puede ser considerado como
una falta de respeto por el empleado.
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