Porque no usar polvos
o rubor significa tener la nariz brillante, la piel demasiado roja o excesivamente
amarillenta. Significa tener una piel “a la que siempre falta algo” porque,
aunque sea sana y resplandeciente, una ligera capa de polvos realzara aun mas
ese esplendor.
LA ELECCION DE LOS POLVOS
Los polvos tienen que
suavizar las líneas del rostro, velarla, dar un tono transparente y no de
“yeso”; por ello se lo debe elegir leves, impalpables, adherentes.
Para comprobar si poseen
esas cualidades, sople un poco de polvos en el aire: no han de formar nubecillas
blanquecinas sino difundirse rápidamente.
No hay que comprar nunca
polvos baratos, de baja calidad.
HAY QUE SABER EMPOLVARSE
Ante todo es necesario que
la borla este siempre inmaculada; puede escogerse de terciopelo, de cisne o de
fibra sintética. Pero si se quiere tener borla perfecta use sencillamente un
trocito de algodón hidrófilo, así será facilísimo renovarlo diariamente.
Y he aquí como hay que
empolvarse:
∙
siempre de abajo hacia
arriba
∙ siempre sin frotar
∙ siempre rozando la piel
suavemente con la borla
Hay que ponerse los polvos
en cantidad, sin temer que el rostro aparezca demasiado empolvado. Después,
pasar ligeramente un algodoncito bien limpio por toda la cara, para extender
mejor los polvos y para eliminar los sobrantes.
También hay que cepillar las
cejas. No así, en cambio, los labios y las pestañas: la ligera base de polvos
hará adherir mejor el lápiz labial y el cosmético para las pestañas.
Cómo aplicarlos
∙ Aplicar los polvos solo
después de haber protegido el cutis con crema base. En el caso de polvos
compactos o cremosos ha de usarse una levísima base hidratante.
∙Al empolvarse han que
hinchar las mejillas para permitir a los polvos que “nivelen” las pequeñas
arrugas. Para las arruguitas que hay alrededor de los ojos, mirar hacia arriba
al empolvar esa zona.
∙ No empolvarse nunca cuando
la piel esta húmeda por agua o transpiración o cuando la base aun no ha sido
absorbida.
∙ No usar nunca polvos en el
mar o en el campo. La piel necesita respirar libremente.
∙ Por la noche, puede
modificarse el color de los labios, realizar más los ojos, escoger una base de
tonalidad más calida, pero nunca cambiar de polvos.
LA ELECCION DE LA TONALIDAD
Por regla general no deben
elegirse polvos demasiado claros no muy oscuros
En la tabla que figura mas
abajo damos algunas indicaciones al respecto. De todos modos, la mujer
verdaderamente “chic” no se conforma escogiendo unos polvos ya preparados.
Existen, en efecto,
institutos de belleza y marcas especializadas que preparan en pocos minutos a la
vista de la misma cliente, los polvos ideales, según la tonalidad de su cutis,
el color de su cabello e incluso la conformación de su rostro.
Quien tenga un rostro mas
bien anguloso necesitara una mayor cantidad de polvos rosados que suavicen las
facciones; quien posea el rostro ancho deberá usar, por el contrario, polvos un
poco mas oscuros de lo normal, precisamente para afinarlo.
Resultara divertido ver
“dosificar” en la balanza polvitos rosados amarillo, dorados, verdosos (claro
¡también existen los de esa tonalidad, y hasta los de color violeta que otorgan
luminosidad a los polvos!)
EL TIPO DE PIEL
EL TONO
Para epidermis
pálidas levemente rosado
Para epidermis muy
rubicundas, casi
rojas levemente marfil
Para epidermis morenas o
naturalmente
“dorada” color
ámbar
para epidermis ni demasiado
claras ni
demasiado oscuras natural
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