¿Por qué los hombres odian ir de compras?

Los shoppings atestados, las dudas sobre qué se va a comprar, el miedo de ser inducido a comprar algo que en realidad no quieren. ¿Le hace acordar a algo? Estas son algunas de las razones por las cuales los hombres no son afectos a ir de compras...

Por años, las mujeres han
sido las que se llaman por teléfono y hacen citas con otras mujeres para pasar
el día entero comprando ropa, carteras y accesorios… para no mencionar al que se
lleva todas las preferencias femeninas: los zapatos.


Los hombres, por otro lado,
crecieron con la idea de que tenían que odiar ir de compras, especialmente con
sus mujeres. Abjuran de la idea de probarse ropa, vagar sin destino esquivando
hordas de gente igual de perdida que ellos y tener que llevar una cantidad de
bolsas al auto, la mayoría de las cuales de todos modos no le pertenece.


Hombres que
van de compras, o a…


Los hombres solteros, sin
embargo, se han convertido en más afectos en pasar los sábados en el centro de
compras porque están dándose cuenta de un secreto poco conocido. Tal vez
disfrutan probándose las diferentes texturas del material ofrecido, están
aprendiendo a combinar los colores… sí, claro. Debe ser eso.


Los hombres finalmente han
caído en la cuenta de que si allí es donde están las mujeres, entonces… ¡puede
ser que allí encuentren una ! Qué idea novedosa. Siempre tenga en mente que
estos hombres están comprando, sí. Pero no ropa.


¿Cuántas veces he visto
hombres caminando por la sección de mujeres? Algunos pueden llamarlos
pervertidos, pero la verdad es que la mayoría de ellos están haciendo lo mismo
que hacen de noche en bares o discotecas, pero con una percha de por medio.


De vuelta
a la realidad


Sin embargo, no es sorpresa
que los hombres usualmente no usen más de una hora para renovar su guardarropa.
Simplemente señalan lo que quieren, piden por una cierta medida y echan mano a
la tarjeta de crédito. El sueño de cada vendedora.


¿Por qué es tan fácil para
ellos? Bueno, los hombres van de compras con el intento de adquirir artículos
específicos en áreas en donde las mujeres usualmente vagan hasta que algo les
llama la atención (y no estoy hablando solamente de ropa).


Ir de compras no debería ser
ir a la caza de ciertas ofertas de ropa, pero para los hombres es más simple
cuando de ropa se trata, especialmente si la vendedora es bella y emite las
palabras: "Le va muy bien… ¿va a pagarlo en efectivo o con tarjeta de crédito?"


Comprando
para usted


Algunas veces, a los hombres
les gusta comprar con mujeres, especialmente buenas amigas, porque tienen una
honestidad que los vendedores nunca tienen (como comprobamos con el ejemplo
anterior). Es que esta clase de “amistades” son capaces pueden ver una prenda
desde lejos y saber que le va a ir bien.


Puede ser divertido probarse
diversas prendas y oír lo que ellas tienen para decir acerca del cuello en V o
de esos pantaloncitos color caqui. Vamos, a todos los hombres les gusta pensar
que son modelos. Además, ¿qué es mejor que tener una mujer sentada esperándolo
al lado del probador?


Comprando
en pareja


Aunque potencialmente puede
ser divertido, comprar con mujeres termina convirtiéndose en algo horrible
que deja a los hombres sintiéndose muy mal y jurando "nunca más vuelvo a ir de
compras con ella".


Si ella se está probando
toda clase de ropa, eso ya es toda una recompensa en sí misma. Consígase una
bolsa de palomitas de maíz y ofrézcale puntuación de 1 a 10 cada vez que modele
una prenda. ¿Qué podría ser mejor?


Claro que después de tres
horas se va a empezar a sentir confundido y empezará a preguntarse qué pudo
poseerlo para que esté tanto tiempo con ella. Allí es cuando empieza a quejarse
y se quiere ir.


Compras
estratégicas


Aparentemente, los
profesionales se han tomado su tiempo para instalar los negocios para hombres y
mujeres de manera estratégica, de manera que los hombres se animen a mirar
y a comprar ropa. ¿Cómo, pregunta usted? Más a menudo que no, la ropa de hombre
puede ser hallada sobre el lado derecho de la tienda porque la gente (tanto
hombres y mujeres) suele mirar habitualmente hacia la derecha al entrar a un
lugar.


También, si la tienda está
configurada de adelante hasta atrás, los artículos de hombres se pueden
encontrar en la parte de adelante (o en el piso principal si hay más de uno)
porque las mujeres no tienen problema en aventurarse entre la ropa de hombre
para conseguir la suya propia, pero los hombres generalmente no están dispuestos
a hacer tal esfuerzo.


La próxima vez que vaya de
compras o busque nuevas experiencias por estos lugares, téngalo presente. Se va
a dar cuenta de qué manera las tiendas seducen a los hombres de diferentes
maneras para que el dinero termine en sus manos.


Comprando
para ella


La peor cosa que uno se
pueda imaginar, además de tener que comprar para usted mismo, es tener que
comprar para ella. Y si usted comete el terrible error de elegir comprar ropa
para ella… buena suerte. Si se equivoca y le compra un talle que es demasiado
grande, se sentirá insultada. Y si le compra un talle demasiado pequeño,
entonces va a pensar que usted quiere que ella baje de peso.


La mejor parte es que,
algunas veces, puede conseguir que la vendedora se pruebe algunas prendas. Pero
hablando en serio, si puede escabullirse con cualquier excusa de la salida de
compras, hágalo. A menos, por supuesto, que ella le diga exactamente lo que
quiere, de qué talle y color, y dónde lo puede encontrar.


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