Sus calles estrechas, las subidas hecha con piedras redondas de la antigua
Ciudad de Salvador, lo transportan al paso colonial…
Se pueden observar en estas calles, a las bahianas con sus típicas vestimentas
blancas. Faldas anchas y acampanadas con coloridos turbantes.
Además de la historia colonial,
y de su riqueza cultural, el contacto con los tesoros ecológicos, los bailes,
la música, el carnaval, la vida nocturna variada, como así también la variada
gastronomía , hacen que Bahía, sea para todos un lugar paradisíaco e
inolvidable.
Desde 1990, la zona del Pelourinho
se vio revitalizada por las autoridades de la ciudad debido a su gran atractivo
turístico. Es el corazón de la cultura de Salvador de Bahía, sus calles son
empinadas y adoquinadas, hay construcciones bajas, de estilo colonial.
Predomina
la arquitectura barroca portuguesa, el que se conservó hasta la actualidad, la Unesco lo declaró
Patrimonio Histórico.
Hay caserones e iglesias coloniales, que se encuentran en las empinadas calles.
Uno en ellas es transportado al pasado, a los tiempos de la esclavitud, de
hecho Pelourhino es el nombre del pilar, en el que se castigaban a los esclavos.
Las familias aristocráticas hasta fines del siglo XIX habitaban casas de
tonalidad amarilla, celeste y rosada, con tejas rojas, luego emigraron hacia
Victoria, esta situación hizo que el centro perdiera belleza, pero al ser
declarado patrimonio histórico las autoridades, lo volvieron a impulsar.
Hoy recobró su magia y es transitado por visitantes de todo el mundo,
En el casco histórico uno se puede perder fácilmente, pero así también descubrir
los rincones fascinantes, los personajes novelescos y oler los aromas típicos.
Está la casa
del escritor Jorge Amado, se puede recrear la vida del mismo por medio de
fotos, tapas e ilustraciones de sus novelas, que fueron traducidas a más de 52
idiomas.
Iglesia de
Nuestra Señora del Rosario de los Negros
Se encuentra un
rosario negro en la parte inferior de la cúpula, demostrando la fe de los
esclavos. Fue el templo que se construyeron ellos mismos, porque no se les
permitía el acceso a otras iglesias, y por ese motivo construyeron una
propia, dejando su huella allí.
En la puerta
del museo se puede probar el acarajé, bocados fritos en aceite de dendé.
Iglesia de San
Francisco
En 1587
llegaron a Salvador los primeros franciscanos. Un siglo después se construyó el
convento. Está ubicado frente a la plaza Anchieta .Se la conoce como la iglesia
de oro.
Tiene una ornamentación barroca, con retablos recubiertos de panes de
oro. Se destaca la imagen de San Pedro de Alcantar.
Una fina lámina de oro
cubre el altar. Su decoración esta realizada con la técnica del dorado a la
hoja. Se la considera una de las iglesias más ricas de Sudamérica.
Catedral
basílica
Es una antigua
iglesia jesuítica de más de 300 años de antigüedad, su interior también cuenta
con revestimientos de oro, y su fachada revestida en mármol.
Museo afro
brasileño
Se exhiben
objetos, vestimentas, rituales, de los pueblos africanos que marcaron la cultura
de esta ciudad.
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de la felicidad
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