Cremas anti-age: ¿la compro o no la compro?

Las nuevas cremas anti-age aseguran hacer tanto por tu piel como las cirugías y los procedimientos médicos. ¿Es esto posible?

Ves a diario productos para la piel que proclaman cualidades milagrosas en periódicos, revistas, televisión, e incluso online. Muchos de estos avisos muestran maliciosas agujas hipodérmicas junto a inocuos, e incluso inocentes, potes de crema, e intentan imponer una nueva generación de cosméticos tópicos, que afirman proporcionar mejores resultados que el Botox y las inyecciones de colágeno —procedimientos costosos y potencialmente peligrosos— a la hora de combatir las arrugas y el envejecimiento.     

Pero, ¿puede ser esto cierto? Bien, si eres escéptico en cuanto a lo que ves y lees, no estás solo. De hecho, algunos profesionales de la salud también cuestionan estas afirmaciones y promesas. 

El tema es muy simple: si estas cremas afirman poder conseguir los mismos resultados que los procedimientos médicos, entonces lo harán a través de drogas y no de cosméticos —y es eso lo que debes tener en mente a la hora de decidir si comprarlas o no—. 

Gran parte de la tecnología de los nuevos tratamientos anti-edad se basan en compuestos llamados pentapéptidos —pequeños grupos de aminoácidos de largas cadenas que funcionan como mensajeros químicos en todo el cuerpo—.  

Entre las cremas más populares que emplean estas tecnologías están Regenerist line de Olay, Strivectin-SD de Klein Becker, Wrinkle Relax de DDF, la línea Principal Secret "Reclaim".  

Mientras los doctores dicen que no hay estudios médicos que sustenten esta tecnología, los expertos en el testeo del producto aseguran que hay una amplia ciencia detrás de esta tecnología.  

Inicialmente, la investigación sobre los pentapéptidos fue hecha en vistas a la curación de heridas. Como parte de la respuesta natural del cuerpo para ayudar a la recomposición de la piel, los estudios publicados mostraros que los péptidos son funcionales al incremento de las células en la piel para producir colágeno. 

Colágeno 

El colágeno no sirve sólo para curar pequeñas heridas, sino que también juega un rol importante en cómo envejece la piel. El colágeno es una estructura de apoyo que da a nuestra piel firmeza y apariencia de juventud. Cuando los niveles se mantienen altos, nuestra piel luce joven y fresca.  

Cuando estos niveles declinan, perdemos este apoyo y las arrugas comienzan a presentarse. Mientras que las inyecciones de colágeno pueden, en forma temporal, reponer algo de lo que perdemos, algunos investigadores creen que aplicando los péptidos tópicamente se podría conseguir el mismo efecto —y sin la necesidad de agujas—.   

Después de combinar péptidos sintéticos con ácido graso —esencial para alcanzar las capas más profundas de la piel— Olay desarrolló un compuesto llamado palmitoyl pentapeptide-3. Strivectin-SD emplea un complejo similar conocido como palmitoyl Oligopeptide. Ambas empresas prometen una producción mayor de colágeno y una piel más firme y joven dentro del plazo de 4 a 12 semanas. 

Desde la industria cosmética afirman que no se trata de que estos productos sean mejores o peores que los procedimientos médicos, sino que son una alternativa eficaz para aquellas personas que no están listas para una inyección y para aquellas que nunca lo estarán. Es una opción para rejuvenecer desde casa, que, sin dudas, puede hacer una gran diferencia en cómo luce tu piel —y el resultado final es lo que cuenta—. 

De hecho, estos productos contienen mucho más que pentapeptidos, ya que incluyen vitaminas y hierbas con potencial ante-envejecimiento. Y, al menos en el caso de Strivectin-SD, la lista de ingredientes fue diseñada originalmente no con propósitos anti-age sino para combatir estrías.  

Dado que las estrías son el resultado de la desaparición y la ruptura de las fibras del colágeno —esto ocurre cuando la piel se estira rápidamente, como en el embarazo—, sus desarrolladores teorizaron que un péptido involucrado en la producción de colágeno y en el sanado de las heridas podría ayudar a reparar la piel dañada por estrías. 

No pasó mucho tiempo hasta que la empresa se dio cuenta de que el compuesto podría ayudar a reconstruir las reservas de colágeno en cualquier parte del cuerpo —incluyendo las pequeñas líneas alrededor de los ojos, la boca, y la frente—. 

A pesar de los sencillos cuentos de éxito, y sin estudios médicos publicados, la pregunta aún permanece —¿pueden los compuestos de pentapeptidos realmente pasar de sanar heridas internas a evidenciar efectos anti-age en las capas superiores de la piel?—.  

Para muchos, esto llega a ocurrir, pero en una proporción muy pequeña. Esto quiere decir que, si bien se obtiene cierta actividad con las cremas, los resultados no consiguen acercarse a lo que ocurre durante el proceso interno de curación de heridas. 

El escepticismo en este campo todavía es predominante y muchos se mantienen cautos ante las promesas. Es muy atrevido decir que lo que ocurre debajo de la piel también ocurrirá sobre ésta. No se han visto evidencias conclusivas que digan que esto es cierto. 

Sin embargo, esto no parece ser suficiente para detener a la “brigada anti-edad”. Recientemente, los ojos de todos se han volteado a una nueva aparición en la batalla contra el envejecimiento; un producto conocido como “Wrinkle Relax”.  

También es una crema que combina dos tipos de tecnologías de pentapeptidos —palmitol pentapeptido y acetil hexapeptido, también conocido como “argireline”— para un compuesto que puede imitar los efectos del colágeno y el Botox en forma simultánea. 

El Botox funciona destruyendo una proteína involucrada en la liberación de un neurotransmisor que mantendría, de lo contrario, el músculo tenso, permitiendo que se forme la arruga. Al detener el movimiento de tensión y estirar el músculo, la arruga parece desaparecer. 

El complejo argirelina pretende imitar esta misma acción del botox al bloquear la acción de la proteína. A diferencia del Botox, no destruye a la proteína, sino que le impide conectarse con la célula y activar la contracción muscular. El péptido palmitol, por su parte, trabaja produciendo más colágeno. El resultado final puede ser similar al de los procedimientos médicos, y aun conllevan una carga de dramatismo mucho menor. 

Tal vez se trate de una cuestión de graduación. No hay que pensar sólo en el efecto sino en la magnitud del efecto; en si un producto X tiene o no la cantidad suficiente de ingredientes para generar un cambio visible en la piel. 

El Botox es un compuesto que, claramente, inhibe los neurotransmisores —pero debes ser muy precisa en cuanto adónde te lo colocas—. Es un poco atemorizante pensar que alguien, con sólo esparcir una crema por toda la cara, puede obtener los mismos efectos que un especialista en un procedimiento médico.

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