Enfermedad inflamatoria intestinal en perros

¿Tu perro vomita con frecuencia? ¿Sus diarreas se producen a diario? Conoce la enfermedad inflamatoria intestinal

Un verdadero problema para los dueños. Cada vez que llegas a casa, te encuentras con que Bobby ha hecho de las suyas. Claro que, regañarlo no tiene sentido, porque sus vómitos son consecuencia de una patología. 

La enfermedad inflamatoria intestinal en perros, al igual que en los humanos, es responsable de ocasionar cuadros crónicos de diarreas y vómitos en quienes la padecen.

Mientras que la causa de esta patología aún permanece desconocida, (se han propuesto diferentes hipótesis respecto a las causas etiológicas que puedan dar lugar a esta enfermedad —alérgica‑dietética, bacteriana, parasitaria e inmunológica—), sus mecanismos han sido bien documentados.

La enfermedad inflamatoria intestinal se produce cuando las células del sistema inmunológico invaden las mucosas de los intestinos y/o del estómago.

Casi como una reacción alérgica, el sistema inmunológico reacciona y ocasiona inflamación e irritación en la panza. Esta irritación es culpable de que las mucosas se vean diezmadas, y, en consecuencia, interfiere con su función de absorción. 

Pero, ¿qué quiere decir todo esto para tu mascota? Bien, si el problema mayor está en los intestinos, las dificultades de absorción se traducirán en diarrea.

Si la irritación se encuentra principalmente en el estómago, el animal presentará frecuentes vómitos después de las comidas. En algunos casos, la patología afecta ambas áreas, de modo que tanto las diarreas como los vómitos se hacen presentes en estos perritos menos afortunados.

Existen, desde luego, muchas otras causas para los vómitos y la diarrea en los perros; el diagnóstico veterinario de la enfermedad inflamatoria intestinal se basa en un número de factores en combinación. La mayor parte del proceso de diagnóstico involucrará el descarte de otras causas posibles de enfermedad. 

Diagnóstico

Si tu perro tiene antecedentes de frecuentes diarreas o vómitos y sospechas que podría tratarse de la enfermedad inflamatoria, deberás acudir a tu veterinario para que éste lleve a cabo un detallado examen físico en tu mascota.

Por lo general, los perros con enfermedad inflamatoria, más allá de la delgadez, no presentarán síntomas demasiado obvios antes de los análisis de laboratorio.

No obstante, si la enfermedad es muy severa, tu veterinario podría ser capaz de palpar los intestinos inflamados del animal. Desde luego, el próximo paso será efectuar un análisis de sangre en el perro.

De esta manera, el veterinario podrá detectar un incremento de las enzimas de los órganos que rodean los intestinos, y también podrá ver si existe un exceso de ciertas células del sistema inmunológico. 

Asimismo, los veterinarios pueden optar por hacer una radiografía del animal para descartar la posibilidad de tumores u otras obstrucciones del tracto intestinal.

También es posible que los intestinos inflamados se vean a través de los rayos X. Cabe destacar que estos procedimientos no son invasivos, y que es posible que tu veterinario pueda aventurar un diagnóstico basándose simplemente en estos hallazgos.

Sin embargo, la única forma de que tu veterinario pueda diagnosticar esta enfermedad con absoluta certeza es llevando a cabo una biopsia en el animal.

Esto implica la toma de una pequeña muestra de tejido de los intestinos para efectuar un análisis de laboratorio. Mientras que este procedimiento puede ser considerado invasivo, puede ayudar a completar un diagnostico definitivo con gran facilidad. 

Tratamientos

Si tu perro ha sido diagnosticado con enfermedad inflamatoria intestinal, existen distintos tratamientos disponibles. Por lo general, se opta por el tratamiento dietario de la patología.

No existe una respuesta directa en cuanto a los tipos de alimentos que son recomendables para la patología, dado que la enfermedad se manifiesta de diferente manera en los distintos animales.

Por ejemplo, los alimentos hipoalergénicos pueden ser de ayuda, al igual que algunas dietas especiales formuladas para aliviar el tracto digestivo.

Organizar pruebas alimenticias para el animal con la guía de tu veterinario puede ser una forma de encontrar aquellos alimentos que son más beneficiosos para el perro.

Los medicamentos prescriptos para la enfermedad inflamatoria intestinal son, en su mayoría, los que funcionan suprimiendo la inflamación. Un tratamiento común para los casos moderados incluye la prescripción de la droga metronidazol, que tiene propiedades inmuno-reguladoras.

Más comúnmente, esteroides como la prednisona son usados por sus cualidades inmunosupresoras. 

Desdichadamente, no existe una cura definitiva para esta enfermedad, de modo que los animales que la padezcan deberán enfrentar una lucha constante y durante toda la vida.

Por suerte, con amos cariñosos y pacientes y veterinarios eficaces, es posible manejar los síntomas de la patología y minimizar sus efectos sobre el animal. 

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