El último método para medir la intensidad del ejercicio es la Prueba del Habla. Al igual que el RPE, la Prueba del Habla es un método subjetivo aunque demasiado útil para determinar la intensidad aeróbica, sobre todo si estás recién comenzando un programa de ejercicios.
Al usar este método, el objetivo es trabajar a un nivel que te permita responder una pregunta, pero no entablar una conversación cómodamente.
Para ponerlo más sencillo: si estás ejercitando demasiado duro, deberás respirar entre cada palabra que digas.
Por el contrario, si ejercitas demasiado liviano, podrás cantarte una canción entera sin la necesidad de respirar.
Trabaja con una intensidad que te permita respirar cómoda y rítmicamente a lo largo de todas las fases de tu entrenamiento. Esto de asegurará un nivel de ejercicio seguro y confortable.
Si te encuentras sin aliento, o no puedes hablar, es que estás ejercitando demasiado duro. Baja el nivel de resistencia o aminora la marcha.
Si experimentas mareos o flojera, puede que te hayas excedido y será conveniente detener la actividad.
La Prueba del Habla ha probado ser un método simple y preciso para medir la intensidad que no requiere de ningún equipamiento o entrenamiento especial.
Intenta llevar a cabo la Prueba del Habla la próxima vez que vayas a ejercitar (y compárala con los otros métodos si eres escéptico).
Puede que seas capaz de reemplazar el monitoreo de tu frecuencia cardíaca por este simple test durante todos tus ejercicios, o al menos en las ocasiones en las que resulte inconveniente ponerte a contar tus pulsaciones.
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