Antes de salir a la vía
publica cuando se es turista
en un país inexplorado, es aconsejable tener en
cuenta la cantidad de dinero que es “necesaria” llevar. La cartera debe
llevarse en un lugar seguro, nunca en el bolsillo trasero ya que es el primer
lugar en donde los oportunistas fijan su mirada.
Si se lleva una
cartera, se debe llevar cerrada, con la presilla de la cremallera hacia el
pecho. El resto del dinero que no se vaya a utilizar es mejor llevarlo en un
bolsillo interior. Las riñoneras no son seguras en lugares con aglomeraciones.
Los lugares públicos
de transito de gente constante, son habituales salas de espera para los
“arrebatadores”. En los aeropuertos por ejemplo, nunca se debe despachar una
maleta con dinero en el interior. Las compañías aéreas no se hacen
responsables de
objetos de valor no declarados.
Al abordar un taxi
siempre deben utilizarse los de la parada oficial. Hay precedentes de personas
que se hacen pasar por taxistas y que ofrecen sus servicios en el interior de
estaciones y aeropuertos, después transportan a los clientes a un descampado
para asaltarlos. Una modalidad muy común en la Argentina últimamente.
Siguiendo con los
focos de mayor delincuencia en la vía publica está, los transportes de
pasajeros: a la hora de entrar en el micro o en el vagón del subte, se debe
prestar especial atención. Los momentos de aglomeración son aprovechados por
los carteristas. Muchos ladrones se camuflan de turistas y con un plano en la
mano y la chaqueta doblada en el antebrazo disimulan su intención delictiva.
Si se está en una
ciudad ajena, algunos establecimientos hoteleros disponen de cajas de seguridad
individuales. Las que más garantías ofrecen son las de doble llave. Ambas (la
del recepcionista y la del cliente) son necesarias para abrir o cerrar la caja.
Este servicio suele ser gratuito o tiene un precio módico.
En el momento de
utilizarlo, en el caso de que las cajas estén a la vista del público, para no
levantar sospechas, introduzca un sobre con el dinero y los objetos. No dejar
dinero o joyas en la habitación, ni siquiera en la maleta. Los hoteles no se
responsabilizan con desapariciones de objetos de valor.
Durante los desayunos
tipo buffet se debe prestar especial atención y no dejar los bolsos y cámaras
en la mesa. Algunos ladrones se camuflan de turistas y aprovechan estos momentos
para robar, y si el hotel no cuenta con un sistema controlado para entregar la
llave es mejor llevarla consigo. A la hora de dormir, utilizar la cadena de
seguridad de la puerta.
Cuando se está
almorzando o cenando en un lugar abierto en una mesa colocada junto a un lugar
de paso, conviene no dejar nada de valor encima de la misma. Muchos ladrones que
pasan a la carrera al lado de una mesa, arrebatan el bolso o la cámara fotográfica
y no dejan tiempo para reaccionar.
En el banco, al sacar
dinero de un cajero es preferible ir acompañado, evitar las horas nocturnas y
no sacar grandes cantidades. Una vez sacado el dinero, evitar pasear
inmediatamente por callejones solitarios.
Los delincuentes se ubican en las
inmediaciones y vigilan los cajeros. Entonces, transmiten por teléfono móvil
las descripciones de las personas que los usan. Para cambiar dinero conviene
llevarlo ya contado.
Y por ultimo, tratar
de aparentar la seguridad de quien ya conoce la ciudad y está al tanto de los
movimientos de gente en el lugar. Los ladrones siempre buscan a quien parece
estar perdido y por consiguiente indefenso de las “avivadas” folclóricas de
cada lugar.
