Todos sabemos que el secreto para invertir en forma exitosa, es comprar bajo y vender alto, el problema es que no somos clarividentes.
Solicitamos a distintos expertos en la materia que confeccionaran una lista con los errores más comunes y frecuentes que cometen los inversores y esto es lo que obtuvimos.
Antes de comenzar, cabe señalar que no existen garantías a la hora de invertir, no obstante, pasar por alto estos 10 pasos es una forma segura de escapar a toda posibilidad de éxito.
Equivocar la inversión según tu objetivo
¿Necesitarás el dinero en el próximo par de años?, entonces no lo pongas en el fondo caliente de un mercado emergente. Considera cuándo necesitarás tener acceso a tu dinero, esto te ayudará a evitar riesgos, transacciones arancelarias y penalizaciones innecesarias.
Si eliges el vehículo de inversión adecuado durante el período de tiempo correcto, entonces tienes el 90% del tema resuelto. Si tu objetivo es tomarte uno o dos años de descanso, entonces ¿para qué poner tu dinero en un vehículo de inversión cuyas fluctuaciones podrían hacer que lo pierdas todo?
Para algunos objetivos como pagar la universidad, puede que esté bien usar una combinación de inversiones. Si tu hijo va a ir a la universidad en algún momento dentro de los próximos tres años, todavía tienes siete años hasta el último año de universidad, entonces, si bien la mayoría de los ahorros a corto plazo podrían estar a salvo en certificados de depósito a plazo fijo, en bonos a corto plazo, o en una cuenta de ahorros de alto rendimiento, tal vez parte del dinero podría invertirse en acciones, simplemente recuerda que el dinero que necesitarás en cinco años no deberá estar en acciones.
Finalmente, supongamos que te contentas con un retorno del 5%, entonces cabe preguntarse: ¿Por qué tomar un riesgo extra? Fallan aquí los principios básicos que rigen el proceso de inversión, establecer límites clarifica las ideas y facilita la toma de decisiones.
No tener en cuenta las comisiones
Las comisiones parecen escasas cuando hablamos de un 1 ó un 2 por ciento, pero pueden llevarse buena parte de tus ganancias cuando hablamos de miles de dólares.
Definitivamente es difícil vencer al mercado de valores, no obstante, hay una cosa que puedes controlar y es lo que pagas por ser parte del mercado de acciones. Es aquí donde los gastos entran a jugar.
Las comisiones que cargan, por ejemplo, los fondos de inversión son otro elemento que deben tener en cuenta los inversores a la hora de elegir, ya que pueden tener una incidencia significativa sobre la rentabilidad.
Mientras que un fondo de inversión tiene un rango de gastos —que cubre el consejo de inversión, los servicios administrativos y otros costos operativos—, es cierto que hay algunos que son mucho más altos que otros.
Pongamos por ejemplo una inversión de $10.000 que genera una rentabilidad del 8% antes de gastos por 20 años.
Si el dinero es invertido en un fondo con una razón de gastos del 1,25 por ciento en lugar de un fondo indexado al 0,25 por ciento, el inversor tendrá un adicional de $4.128 en costos a lo largo del período de 20 años, al mismo tiempo, el valor final del fondo de gastos sería $8.000 inferior que si se hubiera invertido en el fondo de menos gastos, a raíz de la pérdida de intereses sobre el dinero pagado en gastos a cada año.
Para complicar las cosas, algunos fondos imponen comisiones por ventas o cargas, los fondos con cargas sólo son accesibles a través de un broker o consejero de inversiones, que es compensado por comisiones de ventas.
Elegir fondos sin cargas son una forma de ahorrar dinero en aranceles, en lugar de pasar por tu broker, llamas directo a la empresa de fondos mutuos y haces la compra deseada.
Si estuvieras pagando a tu broker el 5,75 por ciento por carga, podrías decirte a ti mismo: “Bueno, es el costo de jugar, y vale la pena hacerlo”, pero si estabas poniendo $10.000 en el fondo, esto querría decir que le estás dando a tu broker $575 por elegir el fondo por ti, y en realidad, estarás poniendo a trabajar únicamente $9,425.
Si bien puede valer la pena pagar la carga, si no tienes el tiempo o la capacidad para tomar tus propias decisiones de inversión, simplemente recuerda que es difícil, incluso para un director avezado, recuperar esas sumas.
No obstante, es preciso señalar que a cambio de este cargo estarás recibiendo un consejo competente, lo que en teoría, debería proporcionarte mejores resultados para recuperar el arancel abonado, todo puede suceder.
Dejar que las inversiones languidezcan
Si has arreglado que parte de tu sueldo mensual sea desviado directamente a tu caja de ahorros, puedes darte unas palmaditas en la espalda por haber dado ese paso, pero no te detengas allí.
Ahorrar dinero es un gran comienzo, pero si no lo inviertes con inteligencia, perderás la posibilidad de hacer ganancias a largo plazo.
Pongamos por ejemplo a una persona de 35 años de edad, que manteniendo $30.000 en su caja de ahorro hasta el retiro, tendrá $46.000 después de ganar intereses y pagar impuestos (asumiendo un beneficio promedio al año del 2 por ciento y una carga impositiva general del 25 por ciento).
Por otra parte, si pusieras los mismos $30.000 en una cuenta 401(k) o una IRA, no estarías pagando impuestos sobre el dinero a medida que éste se acumula año tras año.
Invirtiendo en un fondo del mercado de acciones, esos mismos $30.000 posiblemente se conviertan en $540.000 (asumiendo que te jubiles a los 65 años y con un beneficio anual promedio del 10 por ciento).
Pagar impuestos
Otro error típico es la falta de cultura financiera en el inversor, muchas personas invierten primero y analizan y preguntan después, este error puede causar profundos problemas.
En fondos de inversión es importante saber sus comisiones, qué ocurre si se cancela pronto, qué filosofía tiene, si es esa la que busco, etc. ¿Por qué entregarle al fisco tu dinero cuando ni siquiera tienes? Lo mejor será poner a trabajar el dinero.
En el ejemplo anterior, ¿qué hubiera pasado si el inversor hubiera comprado los mismos fondos mutuos en una cuenta gravable común en lugar de invertir en una exenta?
En este caso, hubieran ganado el mismo beneficio sobre sus inversiones, pero tendrían $260.000 en lugar de los $540.000 a raíz del cobro de impuestos.
Una vez más, el caso supone un beneficio promedio anual del 10 por ciento, la jubilación a la edad de 65 años, y un 25 por ciento de carga impositiva. Los impuestos pueden llevarse una gran tajada de la riqueza que te propones construir año tras año.
A veces, la gente se olvida de tener en cuenta los beneficios impositivos de los planes de jubilación o retiro, uno de los típicos errores que se cometen es pagar extra sobre la hipoteca pero no poner los fondos suficientes en su plan de retiro, el interés de la hipoteca suele ser el interés más barato, y encima de todo esto, hay deducciones impositivas.
En cambio, la deducción impositiva es directa en el caso del dinero que pones en una cuenta de retiro. Desde luego, siempre deberás pagar algún tipo de gravamen o impuesto, pero no hasta el momento de hacer los retiros de tu plan de jubilación de impuestos diferidos.
Fallar al diagramar la estrategia
El primer paso para armar un plan financiero es definir qué objetivos quieres lograr, cuánto más tiempo dediques a la tarea de definir tus metas, más posibilidades tendrás de alcanzarlas.
Una vez decididos esos objetivos, deberás construir un programa de inversión, ya sea con la ayuda de un asesor financiero o sin ella. Supongamos que vas a elegir los fondos de tu retiro, ¿Lo único que tienes que hacer es elegir aquellos que mejor han rendido, cierto?
Error, antes de investigar la inversión, hay algunas cosas que debes considerar. En primer lugar, debes planificar tu estrategia de inversión, para cualquier programa de inversión, a veces las personas se precipitan directamente a la inversión elegida, no obstante, es necesario determinar en primer lugar que clases de activos se desean cubrir antes saltar a las inversiones.
Una vez que tengas las clases de activos, dedícate a elegir las mejores inversiones dentro de esas categorías y a continuación, asegúrate de estar comparando manzanas con manzanas.
Por diseño, algunos fondos simplemente no hacen tanto dinero como otros, en este sentido, dada la naturaleza de las respectivas empresas, un fondo de bonos no podrá competir con un fondo de acciones. Sin embrago, los distintos tipos de fondos sirven a diferentes propósitos, el fondo de bonos puede tener un efecto estabilizador en tu portfolio.
Supongamos que aconsejado por un especialista por su seguridad, llegas a un fondo de bonos determinado. Luego te preguntas por qué estás allí, si haces solo un 4 por ciento en este fondo mientras pudieras estar rindiendo en un 12 por ciento en un fondo de acciones, ¿Qué te impide ir al 12 por ciento? Bueno, la respuesta es sencilla, el dinero al 12 por ciento no va a ser tan seguro.
Muchos inversores acostumbrados a los grandes resultados de la bolsa en los últimos años, envueltos en el "day trading", buscando aquellas acciones que le enriquezcan inmediatamente pierden la mirada en los objetivos inmediatos de la inversión como el retiro, el pago de la universidad, etc., entrando en productos de alto riesgo y volatilidad.
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