Posiblemente te hayas hecho esta pregunta cientos de veces, y existe una explicación lógica para esto. Ciertamente, no es tan sencillo darse cuenta si alguien está flirteando o si nada más está siendo increíblemente amigable —sobre todo si se trata de alguien que no conoces bien—.
Algunas personas flirtean tan a menudo, que incluso lo hacen durante sueños, no se preocupan si es un hombre, una mujer, un perro, un gato, o una vaquita de San Antonio: si respira, flirtearán con ellas.
Casi de más está decir que si una persona así te lanza una sonrisa matadora en su camino, bien podría tener un valor igual o menor a cero, no obstante, para una persona tímida, el simple hecho de abordarte y hablarte será el equivalente a un flirteo osado, y es entonces que caemos en la inevitable pregunta: ¿Siempre son así o sólo se comportan de esta manera conmigo?
Una vez que hayas discernido esta cuestión, otro interrogante surgirá inevitablemente: ¿Qué clase de coqueteo es? ¿Cuáles son sus intenciones? ¿Es un poco de diversión inofensiva, con la única intención de levantar el ánimo de ambos o de pasar un buen rato?
¿Está él pensando en acostarse contigo y escapar antes del amanecer? Claro que con tantas preguntas en la cabeza, bien podrías optar por rendirte antes de intentar responderlas, y esto podría hacer que la situación se confunda todavía más.
Lamentablemente, no existe una guía segura para reconocer si alguien está flirteando contigo o no, ya que las personas suelen tener distintos estilos de hacerlo. No obstante, existen algunos simples tips que pueden darte una buena idea de ello, aquí van:
Observa su lenguaje corporal y aplica la regla de los cuatro
Para tener una buena idea de si alguien intenta seducirte, esta persona deberá mostrar un mínimo de cuatro señales corporales positivas (dirigidas a ti y no a la rubia despampanante que está a tus espaldas, obviamente).
1. Olvídate de lo que está diciendo y concéntrate en su lenguaje corporal
Si es posible, déjalo que haga su monólogo mientras te dedicas a observar juiciosamente lo que está ocurriendo. ¿Qué pistas te está dando? ¿Está él cerca de ti? ¿Te mira en forma insistente? ¿Parece concentrado únicamente en ti o mira a su alrededor en forma reiterada?
2. Revisa tu lenguaje corporal
¿Estás dando las señales adecuadas al hombre que te interesa? ¿Lo estás enfrentando con tu torso? ¿Le envías señales directas a sus ojos? ¿Estás cerca? ¿Te inclinas hacia delante con la parte superior de tu cuerpo?
3. Cambia de posición deliberadamente y observa si él te sigue
Es algo así como el efecto espejo, cuando alguien nos agrada, intentamos mantenernos al mismo nivel de esta persona. En consecuencia, si cambias de posición, él debería acomodarse imitando la nueva postura que has adoptado.
Advertencia: asegúrate de no hacer el cambio en forma abrupta o adoptar una posición corporal que envíe señales negativas, o él podría pensar que ya no estás interesado.
Las personas también suelen imitar el lenguaje corporal negativo, y si de pronto te reclinas hacia atrás, cruzas tus brazos, y lo miras por sobre la nariz, posiblemente él piense que el juego se ha terminado y decida imitarte.
En cambio, intenta algo como inclinarte hacia delante y dar un largo sorbo a tu trago, ubicando una mano con la palma hacia abajo sobre la mesa, cerca de la suya —algo que él pueda imitar fácilmente sin parecer un idiota—.
4. Por último, flirtea con mayor intensidad
La mejor forma de descubrir si él está flirteando contigo es asumir que lo está haciendo y cortejarlo también, a esta altura, olvídate de las sutilezas.
Intensifica todos las lenguajes corporales que has aprendido, prueba inclinándote hacia delante, llegando realmente cerca, a ver si él acorta incluso esta distancia. Tócalo en la parte superior de su brazo y deja tus dedos allí por un instante.
¿Él se corre o se siente cómodo mientras lo estás tocando? Espera a que se produzca una pausa en la conversación y luego, con la mirada más sensual que tengas y sin decir palabra, míralo directamente a los ojos durante algunos segundos, luego deja que una pequeña sonrisa se dibuje en tu rostro, esto es algo así como decir “creo que estamos flirteando” sin abrir la boca.
Si él sonríe y continúa como si nada, entonces puedes estar tranquila: has encontrado el camino a casa. No obstante, si él pone una excusa para partir en este momento, será obvio que lo único que estaba haciendo era flirtear por diversión y no con intenciones ulteriores, no te preocupes, mejor haberlo descubierto en forma temprana.
Si todo esto falla y él aún no te ha pedido el número de teléfono cuando estés por levantarte, respira hondo y pídele el suyo, simplemente podría ser que es un hombre tímido o que esté pensando que eres demasiado para él.
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