Anclada en la tradición de la bioenergética oriental dentro del budismo y puede
ser practicada por si misma ya que el satori, lo que es llamado "la
iluminación", no consiste más que en estar en el "aquí-ahora" perpetuamente sin
ansiedades ni miedos o dudas, esta
praxis es comparable cualitativamente a la psicología humanista, aunque el
trabajo con esta última puede ser más profundo o más rápido, en cualquier caso
como medida para ayudarnos a vivir hagamos lo que hagamos Zazen es
extraordinaria.
Hablo de "volver" ya que generalmente el ritmo de vida moderno, una educación
enfocada a producir, estar tan alejados de la naturaleza, con dietas pobres y
tanta agresividad nos saca presente, el instante y el aquí-ahora: por medio de
la quietud volvemos la mirada al interior así podemos percibir nuestro miedo y
dolor del pasado y nuestra preocupación por el futuro.
Siguiendo quietos y dado que seguimos respirando, como es normal y natural (ya
que si no estamos bastante enfermos, pero aún así, mejor seguir ya que en algún
momento tenemos que volver a respirar), de este modo el
cuerpo poco a poco y al
final nosotros y nuestra conciencia, se van dando cuenta que todo eso que
enturbia nuestra mente y vida no tiene substancia en si mismo ya que no esta
sucediendo aunque lo re-vivamos ya que estamos sentados realmente y va pasando
como nubes en el cielo o desapareciendo como olas en la orilla.
La
práctica de zazen fortalece la mente al economizar energía y la salud al
fortalecer la respiración natural y el sistema nervioso de la columna vertebral,
eje del cuerpo.
Las
ceremonias no son imprescindibles, son breves y siguen la línea de trabajo:
reconocer abierta y públicamente a los maestros la gratitud por la transmisión
de esta práctica y que estamos metidos en un lío por otro lado de cara a
nosotros.
Como dijo
Buda todos somos Budas en potencia y sonreír en la adversidad no es ser tonto o
dejarse hacer sino es ser fuertes y es haber comprendido lo mas complejo de la
transmisión y de la vida, para fluir y adaptarse como el agua se adapta y
envuelve todo, en este mundo lleno de orgullo,
miedo y codicia, ante lo que a
veces no se puede evitar, pero si no tiene solución para qué preocuparse y si la
tiene para qué.
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