Sogas para bungee jumping
Uno de las herramientas esenciales para practicar bungee jumping es una soga
elástica con características particulares, que tienen que ver con su composición
y flexibilidad.
En efecto, la soga elástica debe ser capaz de estirarse un 400% y tener la
capacidad de soportar hasta una tonelada de peso gracias a su conformación de
mil tiras de látex natural entrelazadas con silicona, óxido de zinc y aditivo de
ozono.
Los primeros saltos se realizaban con un arnés similar al que se utiliza en
paracaidismo, con la soga atada a los hombros.
Con el correr del tiempo se
comprobó que este tipo de mecanismo resultaba excesivamente peligroso ya que el
saltador podía resultar ahorcado por la goma en el momento de los rebotes.
Como
en todos los casos, no importa el
deporte del que se trate, la práctica ha
dejado enseñanzas y el problema que surgía por estar atado por los hombros logró
solucionarse y evolucionar hasta lo que hoy se conoce y practica, es decir, el
saltador está atado a la soga en los tobillos, para que en el momento del
impacto no se produzca un cambio tan brusco de postura.
Equipo especial y medidas de seguridad
Para practicar bungee jumping es necesario cumplir con una serie de medidas de
seguridad que aseguren una práctica confiable y sin riesgos, y poseer además el
equipo necesario para evitar inconvenientes y daños corporales.
El equipo de bungee jumping esta compuesto por un arnés especial, un bumper
acolchonado y un conjunto de fijaciones, que controlan la caída y otorgan un
frenado progresivo.
La cuerda elástica tiene una gran flexibilidad capaz de
soportar hasta una tonelada de
peso. Además de la cuerda, son necesarios
mosquetones para afirmarla a la plataforma de origen y guantes especiales para
proteger las manos.
Una vez sostenido por la soga atada a los tobillos, es
recomendable que el saltador se impulse hacia delante para describir la
trayectoria adecuada en el aire.
En cada salto se requiere un mínimo de tres
personas; una que se coloque arriba, en la plataforma, otra abajo y la tercera
es la que salta.
Es importante comprobar que la soga y los anclajes de la misma,
así como los demás elementos se encuentren en perfecto estado de seguridad.
La
medida de la cuerda también es clave, ya que debe restarse 5 metros como mínimo
sobre la altura del puente o plataforma, de modo tal de asegurar una caída
perfecta, sin riesgos ni complicaciones para el saltador.
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