Los
pliegues que
se forman en la superficie, deterioran inevitablemente la obra y generalmente
aparecen por un exceso de pintura en las pinceladas, formando capas demasiado
anchas que se secan y dan forma a esas imperfecciones, que también son causadas
por la desprolijidad típica de la ansiedad. Se debe dejar secar una mano de
pintura antes de pasar la otra.
Otros motivo de
imperfección es la aparición de esas
costras de pintura que se forman por el
contacto del material con el oxigeno (por dejar destapado el envase o por dejar
restos en el pincel) y su traslado a la obra, en mezcla con la pintura
utilizada.
Una forma de evitarlo es filtrar la pintura con una media de mujer e
higienizando los pinceles y rodillos antes de comenzar.
Las
superficies a pintar deben ser preparadas previamente con la seguridad de que no
estén viciadas de humedad, grasas, ceras, o cualquier elemento que provoque la
separación de la pintura con la superficie.
Esto se nota en los materiales que comienzan a separarse gradualmente y a
resquebrajarse con el tiempo. Los yesos y maderas son superficies conflictivas
que deben ser preparadas con cuidado antes de comenzar, limpiándolas de
cualquier tipo de polvo o tierra.
Si la madera no está
curada, primero es conveniente aplicar una pintura tapa poros o algún tipo de
sellador, y en común para la mayoría de los materiales, siempre es bueno lijar
suavemente y mas en los casos en los que exista alguna pintura antigua. No es
aconsejable pintar sobre pintado.
La aparición de surcos
antiestéticos provocados por las formas de la brocha, pincel o rodillo, pueden
evitarse repartiendo la cantidad de pintura adecuada en cada pincelada, no
forzar una pasada si se sabe que no imprimirá el mismo efecto cubritivo que las
otras.
Cada tanto revolver la
pintura en su envase, para no dejar que se formen grumos y evitar la desigualdad
del color. Muchos notan una vez que está todo terminado, que el color es
uniforme.
Esto se debe al descuido de la pintura durante el proceso de
cubrimiento, en el cual se suceden diferentes factores modificantes del material
(polvo en la superficie, aguas grasosas, etc).
El
tiempo de espera entre la aplicación de una mano y otra debe ser respetado. Si
nota que se prolonga demasiado, es seguramente porque no utilizó la cantidad o
variedad de solvente adecuado, porque la capa que aplicó es demasiado gruesa, o
porque hay mucha humedad o frío en el ambiente. Para evitarlo
asegúrese una ventilación fluida en el lugar.
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