El
modelo
de familia se está transformando. “Actualmente hay más divorcios. Las
parejas no apuestan por el
matrimonio.
Tienen
menos hijos contribuyendo a que la familia tradicional como se la conocía antes,
esté en extinción”, comenta la socióloga argentina Cynthia Calderón.
Características analizadas:
· Según el Instituto español
de Política Familiar, el país donde más ha aumentado el número de divorcios es
Portugal, le sigue Italia y luego España.
· Eslovenia es el país
europeo con menos matrimonios. (3 por cada 1000 personas)
· Turquía es la excepción a
la regla ya que la relación es de 9 por cada 1000 habitantes.
Más datos del Instituto Nacional de Estadística de España:
· En España, el 63 por
ciento de los matrimonios terminan en divorcio
· En cuatro años el índice
de separaciones se ha cuadriplicado
· El divorcio exprés
facilita las desuniones
· En Cataluña, en el último
año se registraron casi el mismo número de matrimonios y divorcios
· El descenso de natalidad
es otra realidad europea que va de la mano a la escasez de enlaces
matrimoniales.
Según la Encuesta Anual de Hogares de la Dirección General de Estadísticas de
la Ciudad de Buenos Aires, Argentina:
· Es más habitual encontrar
un hogar de una madre/padre que vive divorciado con su hijo (16 por ciento) que
aquella compuesta por una familia tipo (15 por ciento)
· Se da una ruptura cada
1,78 matrimonios
· Los enlaces que se rompen
tienen menos de diez años de duración
· Cuatro de cada mil
personas en la Ciudad de Buenos Aires se casan. En la década del noventa, la
cantidad de matrimonios era ocho por cada mil
Otro
factor que influye en la negativa de pasar por el registro civil es el auge de
las uniones de hecho. “Los jóvenes son quienes más apuestan por este tipo de
relaciones.
Culturalmente han visto un modelo de familia en donde el divorcio
fue una de las
claves que los ha marcado. Al no haber tenido una buena experiencia, prefieren
no reiterar posibles errores.
Ven el matrimonio como algo obsoleto y que destruye y desune el vínculo.
Prefieren vivir el día a día.
El factor económico y la inestabilidad de un mercado que no les asegura nada
también influyen para no dar el gran paso. Vivir juntos, pero sin demasiado
compromiso”, asegura la especialista.
La
institución del matrimonio está en crisis hace tiempo. “Todo lo que tenga
connotación legal será puesto en tela de juicio, sobre todo para las
generaciones más jóvenes.
Más allá de que el modelo esté lleno de turbulencias, lo que hay que defender es
el modelo de familia se tenga o no un vínculo legal. Si no, no habrá
generaciones futuras”, finaliza diciendo Calderón.
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