Regalos del corazón

La mayoría de los abuelos aseguran que han trabajado para ganar su “título”, impartiendo su sabiduría y compartiendo regalos especiales, del corazón, con sus nietos.

 

Los abuelos se vuelven más sensibles y a veces deben reaprender a controlar sus emociones. Amelia dice que el nacimiento de su nieta Francisquita la ha  llevado a ver todo de otra manera: “lo primero que quisiera regalarle es confianza. Que aprenda a creer en ella misma para poder relacionarse con los demás, eso le va a servir para toda la vida”.

Clarisa, otra abuela emocionada por la llegada de su segundo nieto llamado Miguel, asegura que lo más importante para transmitir, es el respeto. “Con eso, aprenderá a comprender mejor el milagro de la existencia, a amar en vez de odiar y a  ayudar en vez de destruir”.

Y agrega: “luego le daría otros regalos fundamentales como la compasión, que sirve para cambiar al mundo; el sentido del humor, para sentirse bien en el camino; la integridad; la honestidad; la fidelidad, etc”.

María, abuela de tres nietos recientemente emigrados a Estados Unidos con sus padres, dice que aunque tenga lejos a sus seres queridos, los regalos que alguna vez les dio cuando eran chicos, son los más importantes mensajes que ella transmitió y que espera que también sean tan importantes para ellos: “La convicción, determinación, y fuerza, son mensajes que cobran gran importancia para los chicos. Si nosotros no demostramos cosas positivas, entonces quien lo hará”, se pregunta María.

La encuesta realizada entre abuelos, dejó entre otros resultados, la coincidencia de que el ser abuelo no es una obligación familiar, sino que es un “puesto” en el que se debe aprender y ser sincero para poder cumplirlo. Porque los regalos del corazón no se miden en pesos, sino en unidades de amor e incondicionalidad, difíciles de conseguir en cualquier bolsa del mundo, pero con alta cotización en el mercado del corazón.